Chico raro

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Yibo estaba fumando un cigarrillo en un lugar muy escondido del estacionamiento.

— Wang, préstame tu encendedor — hablo un chico de tez pálida.

— ¿Por qué le prestaría mi encendedor a un extraño? — interrogó mientras expulsaba el humo

— Wang Hao Xuan. Ahora préstame tu encendedor — observo como el pelinegro le dió una mala mirada antes de aventarle el encendedor. — Gracias

El pálido encendió su cigarrillo, devolvió el encendedor a su propietario y empezó a fumar tranquilamente a lado del pelinegro.

— Me enteré que estás compartiendo dormitorio ¿Es cierto?

— Eso no debería importarte

—Dime quien es el desafortunado — soltó una risita

— Más bien yo soy el desafortunado... — hablo bajito recordando como el peliazul lo observaba todas las noches con una pequeña sonrisa y todas las mañanas antes de salir del dormitorio lo abrazaba deseándole un día maravilloso.

— ¿Cuál es su nombre? — interrogó

— Zhan.

— Espera ¿Xiao Zhan? — volteó a ver al pelinegro

— Eh sí. Tiene el cabello azulado y estudia para ser educador — respondió sin interés.

— Xiao Zhan, el chico que le hacen bullying y a pesar de eso sigue sonriendo como un idiota y comportándose como si nada pasará — soltó una pequeña carcajada

Yibo miro confundido a Hao Xuan. ¿Le hacían bullying a Zhan?

— ¿Por qué le hacen bullying? — pregunto tratando de no sonar tan interesado en el tema.

— Es el chico raro, podrá ser muy hermoso pero se comporta de una manera infantil, llega a fastidiar después de cierto tiempo y no sé. — apoyo su cuerpo en la pared — Deberías preguntarle a Peng, él y sus amigos son los que iniciaron todo esto del bullying hacía Zhan.

"Vaya, el mismo idiota que anduvo diciendo que yo era un delincuente"

— Estos tres días que he compartido dormitorio con él a estado tranquilo — mintió

Zhan esos tres días se la había pasado hablando de todo lo que le pasa e insistiendo que se pongan mascarillas juntos.

— Eso es raro...

— Me voy. No quiero seguir hablando de tonterías — apagó el cigarrillo sobre la pared y aventó la colilla

[🐈]

— Yibo-Gege — llamo Zhan mientras veía como el pelinegro escribía algo en su laptop

— ¿Qué quieres? — cuestionó sin despegar su vista de la pantalla

Zhan se levantó de su cama y camino hasta el pequeño escritorio donde estaba Yibo

— Compré esto para usted — dejo un envase de leche de banana sobre el escritorio

El mayor observo a Zhan y después al envase, soltó un pequeño suspiro antes de tomar el envase. Sabía perfectamente que si no lo tomaba Zhan seguiría molestando.

— Gracias... — hablo bajito

Yibo decidió probar aquella leche que le había dado el menor. Sabía muy rica ¿Por qué no probó esto antes? Zhan debería regalarle más de esto

El peliazul asintió con una sonrisa y camino al closet que compartía con el mayor. Estaba buscando algo lindo para salir a comprar algunas golosinas.

— ¿Vas a salir? — miro de reojo al menor

— Eh sí. Voy a comprar algunas cosas ¿Quiere que le traiga algo? — hablo mientras se ponía un chaleco encima de su blusa básica de manga corta

— Leche de banana — pidió mientras sacaba su cartera para darle dinero

— No sé preocupe Gege puedo regalarle dos paquetes enteros que mi mamá me mandó — hablo de manera apresurada mientras sacaba una caja con los dos paquetes de leche — No me gusta la leche de banana solo la de fresa...

Yibo observo la caja por unos instantes

— ¿Cuánto te debo? — interrogó

— Oh nada, déjelo así — sonrió tiernamente

— Zhan, son más de treinta envases de leche déjame pagarte.

— Hmmn...Me puede dar un abrazo en forma de pago

Yibo negó varias veces

— Pon un precio

— Ese es el precio un abrazo — extendió sus brazos para que Yibo lo abrazará

El pelinegro sabía que Zhan no recibiría el dinero darle su abrazo a cambio de dos paquetes de leche no sonaba tan mal.

Yibo se acercó al peliazul y lo abrazo, Zhan sonrió feliz al fin un amigo le daba un abrazo. El menor fue el que se separó primero

— Me voy. Adiós Gege — tomo su mochila y salió del dormitorio corriendo

El mayor se quedó ahí parado, se sentía extraño. Aquel abrazo se había sentido bastante bien además que Zhan olía como a vainilla.

— ¿Qué demonios me pasa? — cuestionó mientras se volvía a sentar — ¿Esto tendrá algo? — miro la leche de banana

Tomó un poco más de la leche

— Lo tenga o no, sabe delicioso.

¿Compartir el dormitorio con Zhan?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora