Capitulo 4: La desfloración de la inocencia (VF)

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El canto matutino de las aves llenaba el ambiente mientras el sol ascendía lentamente por el horizonte, anunciando un nuevo día tanto en este mundo como en la vida de Norman, que estaba a punto de adentrarse en un terreno completamente desconocido para él.

Frente a él estaba la tímida pegaso amarilla que lo había rescatado la noche anterior. Yacía boca arriba, con las patas abiertas, sostenidas por él. Todo había ocurrido tras descubrir su pequeño secreto: un diario donde ella plasmaba sus fantasías más íntimas, alimentadas por años de soledad. Un comentario un poco brusco sobre su falta de originalidad, había desencadenado esta peculiar situación.

Con un movimiento lento y cuidadoso, soltó una de las patas de Fluttershy y acercó una de sus manos a una de sus ubres, tan tersas y redondas como melones. Estas se balanceaban con elasticidad debido a la respiración nerviosa de la yegua. Comenzó a masajear con calma su piel, sintiendo su suavidad y hundiendo ligeramente los dedos en su turgencia. Exploró su superficie hasta llegar a sus rosadas areolas, con sus pezones invertidos, escondidos dentro de su carne.

Sus dedos trazaban círculos perfectos alrededor de estos, en una amplia espiral que se acercaba de a poco hasta la cumbre, donde la hendidura que ocultaba sus pezones se encontraba. Frotó con delicadeza esta zona, repasando las yemas de sus dedos sobre la abertura.

Fluttershy, por su parte, estaba experimentando sensaciones que nunca antes había sentido. El contacto de Norman la excitaba de una manera inexplicable. Su cuerpo se estremecía cada vez que él la tocaba, y un suave gemido escapó de sus labios, "Ah~", mientras sus alas se movían lo suficiente para que uno de sus grandes ojos se asomara un poco. La vergüenza y la curiosidad luchaban en su interior.

Norman le había prometido que le enseñaría nuevas posiciones en la cama. Cualquier otro se habría lanzado directo a ello, pero él sabía que el juego previo era igual de importante o incluso más, que el acto en sí. Desde fuera parecería algo empático, pero que en realidad formaba parte de su egoísta razonamiento, "Para que otros te sirvan, hay que servirles primero... siempre un poco menos, claro".

Sin previo aviso, tomó una de las ubres de Fluttershy con firmeza, apretando su carne entre sus dedos y la llevó a su boca. La piel suave y cálida de la yegua se sentía increíble bajo sus labios. Con movimientos lentos y seguros, comenzó a succionar y a masajear el tejido mamario, provocando que Fluttershy soltara un gemido ahogado, "Ahag~".

Con su lengua exploró su areola esponjosa, concentrándose en su pezón invertido. Con cada lamida, la punta húmeda de su órgano sensorial se introducía dentro de la pequeña abertura. De pronto, el enterró su cara en su teta, dejando que su suavidad la envolviera, para acto seguido chupar su carnoso montículo mientras levantaba su cabeza, estirando su pecho todo lo que podía. Este repentino avance agresivo hizo que Fluttershy se estremeciera de placer, su cuerpo se tensó y sus ojos se cerraron con fuerza.

La habitación se llenó con los suaves gemidos de Fluttershy y los sonidos húmedos de Norman mamando con rudeza de ella. La yegua sentía una mezcla de vergüenza y excitación que la hacía perder la noción del tiempo y del espacio. El humano hizo esto varias veces, hasta que la succión de sus labios se perdiera, haciendo que su pesado pecho cayera de golpe sobre su vientre, agitándose como lo haría un globo lleno de agua.

Erecto y palpitante se erguía su pezón, había sido obligado a salir de su escondite, por el vacío de la boca de Norman, era mucho más largo y grueso que un pezón humano, sin duda un bebé human no podría alimentarse de ella, pero era seguro que un potrillo no tendría problemas con ello. Por un segundo, le recordó a la diosa de la fertilidad que conoció, también sus pezones eran bastantes grandes, pero, eso era por su ya enorme tamaño, ¿No?.

[+18]My Little Pony: Friendship is Magic, Norman el enviado de la fertilidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora