Capítulo 17

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POV SEAN:

Realmente no sé cómo tengo tanta paciencia para no entrar a golpes a Jhett y no sacar a la calle a la que es ahora prima mía, parecen dos niños de 5 años, los dos y lo gracioso es que ahora, gracias al maldito Ryker volvemos a caer en las mismas que hace mucho tiempo atrás.

Suelto un suspiro viendo por la ventana hacia la cabaña que está anexada a la casa y el único lugar, que últimamente usa para dormir el imbécil de Ryker, pero me sorprendió el hecho de que en menos de unas dos semanas la que es ahora mi prima está en la cama con el pendejo que antes era mi mejor amigo.

Pero las hormonas de ellos nunca las voy a entender, por más que me digan que soy el mayor y aunque pase por todo eso, sigo sin comprender por qué tanta necesidad de sexo, cuando es algo que no llena a fin de cuentas y sobretodo si no es con alguien que se quiere realmente.

Puedo entender a Jhett, el nunca había contado el cómo se sentía realmente cuando está con Ellie y sobretodo por su pasado, cuando también se vio afectado por el mismo motivo que ahora los impulsa a los dos. Me acuerdo cuando hace par de dias, cuando Ellie se quedó dormida a las afueras de la casa y él estaba conmigo justo en este mismo lugar.

Esa noche me trajo una cerveza, nos sentamos justo al frente del ventanal y me di cuenta cuando sus ojos se veían más brillosos, incluso su pupila más dilatada que había visto en él y se me hizo muy curioso el hecho, de que él siendo uno de los chicos que menos expresan su manera de ser, se abriera por primera vez en frente de alguien y sobretodo en mi cara.

Cuando por mucho tiempo su manera de ser, era totalmente distinto a cuando esa noche sucedió aquella charla.

FLASHBACK:

Sabía que iba a decirme algo, pero su pierna moviéndose rápido lo delataba y sonrío negando con la cabeza llevando mi cerveza a mi boca para tomar un trago, pero casi al mismo instante que mis ojos iban al ventanal su voz por primera vez se hizo presente.

─ No pensé que un trastorno me haga dudar de lo que realmente me está pasando Sean, es raro para mí incluso hablarte con tanta tranquilidad y naturalidad ─ suelto una sonrisa algo divertida, pero lamo mis labios por el sabor algo amargo de la cerveza que compramos.

─ A ver, primero que nada sabes que soy igual que tú y a veces no entiendo como es que eres capaz de no decir absolutamente nada de lo que realmente pasa por tu cabeza Jhett. O sea, eres uno de mis mejores amigos y lo sabes, pero a veces no sé cómo sobrellevarte, por qué no te explicas un carajo ─ dejo la cerveza en el piso y así dejar mis codos en mis rodillas, sentándome hacia él.

Suelta un suspiro viendo al ventanal, no necesito ser adivino para saber a donde exactamente mira y me queda claro el porqué está aquí conmigo hablando, pero se toma toda la cerveza de un trago largo haciendo que alce mi ceja algo confundido.

─ Desde aquella noche con ella, su carita llena de delicadeza, sus ojos que expresan tanto, me tiene sin poder pegar un ojo todas estas malditas madrugadas y en cierto punto, me da miedo. Me conoces y sabes que no me asusta absolutamente nada, por qué todo ya lo viví, pero no entiendo esto y mucho menos el hecho de que mi cabeza piense en como se ve concentrada cuando cocina o cuando está tan metida leyendo un libro, me desconozco Sean ─ sonrío esta vez de una forma más tranquila y me recuesto al espaldar del sillón.

─ Me dirás idiota, pero esperé mucho tiempo que esto sucediera y te dieras cuenta de que la vida no es tan mala como tu querías creer ─ baja la cabeza riéndose y yo, por mi parte, me acuerdo cuando el fue quien tomo el cuerpo de Ellie en aquella banca y se le quedó viendo su rostro.

No soy quién para adivinar las cosas, pero desde esa madrugada me di cuenta de que se le estaba cayendo aquella parte oscura y cerrada de él, por más enojado que estaba con la vida y sus instintos de callarse con todo mundo eran grandes, Ellie y su mera curiosidad por nosotros hizo que él empezara a cesar.

Sonrío levantando mi botella de cerveza hacia él, el cual empezó a rozar sus dedos en sus labios con preocupación, pero al verme alzo su botella ya vacía y brindo conmigo.

─ Creo que nunca iba a pasar, pero no quiero ilusionarme tan rápido y mucho menos es que sienta amor, pero si se me está haciendo raro todo esto ─ me levanto con su mirada, pero me voy hasta la foto que nos tomaron cuando empezamos con la policía.

─ ¿Te acuerdas cuando el día que empezamos a resolver casos? Hubo uno en especial, que fue de mucha intriga y trataba de que toda una arboleda se llenó en fuego, no se supo quién fue el que lo provoco y mucho menos si alguien sobrevivió. ─ me senté en el borde del sofá de él y tomo la fotografía.

─ Fue Ryker, sabías que el pendejo no le agrada que nadie sea mejor que él y cuando se enteró de la llegada de aquellas personas que ni al caso, se enfureció y yo, cuando salía directo a la cabaña, el salía de ella con un cenicero, ropa de cambio, un bolso y guantes. ¿Qué creías? ¿Qué iba a un pícnic? Era obvio que iba a hacer el incendio, lo que si debo admitir que el muy hijo de puta es audaz y se llevó una máscara para que nadie lo reconociera ─ me da de nuevo la fotografía, pero se nota que no le cae tan bien hablar del que antes era mi mejor amigo.

─ Se que no te cae bien Ryker, pero lo que no comprendo o llego a entender, es que si sabías de esto no me lo dijiste antes ─ suelta un bufido y se recuesta en el espaldar del sillón.

─ Cuando paso eso ustedes dos eran uña y mugre, la cuestión es que siempre nosotros estábamos cuando el te decepcionaba o simplemente se iba sin avisarte en las noches, parecían más pareja que unos amigos como ustedes decían ─ trago saliva cuando en mi mente se me vino un pequeño recuerdo que paso con él.

─ La cosa es que nosotros te tratábamos de decir que él era el responsable de muchas muertes, incluso asesinatos en masa que llegaban a la oficina y se iban a archivar por qué no se encontraba nada para inculparlo, el muy maldito siempre sé salia con la suya y tú siempre como un ciego. ¿O por qué creías que ninguno estaba cuando ustedes estaban como niñas tomando te en el jardín? Lo despreciamos por el simple hecho de que puede ir matando como si fuera deporte y sobretodo por qué siendo tú la única persona que nos acogió cuando estábamos muertos de hambre en la calle, cosa que agradecemos todos, pero nos hicimos a un lado por qué sabiendo todo de nosotros, preferiste escuchar más las mentiras y sandeces de él, que de nosotros ─ aprieto mis manos en puños cuando se acercó a mi cara, con algo de enojo ni siquiera le hable, solo deje que el mismo saliera de la biblioteca.

FIN DEL FLASHBACK:

Suspiro viendo la misma cabaña, pero me sorprende como mi cabeza recuerda cada mínimo detalle de todo lo que sucedió muchos años atrás con Ryker y sobretodo el cómo si tan pendejo en creerle, por eso empecé a despreciarlo incluso más que los chicos.

Pero me levanto asustado cuando veo como Jhett anda saliendo hacia un carro desconocido, pero niego con la cabeza cuando me fijo en la cabellera rubia y lo peor de todo, es el hecho de que Ellie anda saliendo de la arboleda y se quedaron viendo.

Ruedo mis ojos y trato de no acuchillarme a mí mismo, sabiendo que los dos acaban de hacer una pendejez.

Algún día estos chicos me producirán jaqueca de tantas estupideces que hacen, camino hasta el primer piso tratando de mentalizarme en lo que va a pasar.

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Killer (+21) [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora