𝐆𝐀𝐍𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐋𝐎𝐑𝐀𝐑 |Armin Arlert x lectora

O7

—No, amigo si te lo juro —. Eren estaba sentado al lado de Armin, ambos jugaban desde sus celulares.

El más bajo reía sin parar —¡Dilo d-de nuevo!

—El viejo hijo de puta cuando le pasé un billete grande para que me lo cambiara—el castaño relataba la situación que había pasado junto a su novia —, me dijo «A ver si me alcanza» y empezó a correr el muy desgraciado.

—¡Y no lo alcanzaste! —el rubio se palmeó en las rodillas al no poder contener su risa.

—Ya, ya. Ya te reíste mucho —. Chasqueó la lengua; fastidiado y solo ocasionó que su amigo botará aire por la nariz y la boca al mismo tiempo —¡Concéntrate en el juego!

El de ojos y cabellera clara se acomodó en el sillón y tosió fingidamente. Su vista volvió a fijarse en la animación de su dispositivo.

—A ver, hagamos este dominio. Le sirve a mi personaje —. Volvió a hablar Eren.

—A los míos no les sirve —. Farfulló Armin, negó unas veces —. Hagamos este otro, las recompensas funcionan para los dos —. Mintió.

—Está bien.

Los dedos de ambos se movían rápidamente por el vidrio de sus móviles. Chocaban fuertemente, provocando un ruido poco placentero. Eren era el tipo de jugador que gritaba en medio de las partidas, en cambio Armin solo chillaba si las cosas no salían bien.

—Ponte serio, hermano —. Gritó, Eren. El chico junto a él pegó su oído al hombro, después de sentir la exclamación.

—Bien... vamos —. Relamió su labio inferior, dejándolo brilloso mientras remangaba su chaleco. Un tatuaje pequeño de un corazón latiendo en su antebrazo se hizo notar.

—Oye... no me dijiste porqué no te devolviste con (Nombre) la otra vez —. A la par que jugaban, Eren cambió el tema de la nada.

—Ah... p-por nada.

—No me mientas, Armin.

—¡N-nada, de verdad nada! —se rascó el cuello, incómodo.

—Si no me dices me voy a lastimar —. Lloriqueó Eren, el otro se quedó unos segundos pensando si estaba bien decirle o no.

—Bien, pero prométeme que no se lo dirás a nadie, menos a (Nombre).

—Te lo prometo o se muere mi abuela —. Sentenció el de pelo largo, estiró su dedo meñique.

—Tu abuela ya está muerta —. Dijo, suspiró profundamente y dejó caer su celular en el mueble. Eren rodó los ojos —Cuando la estaba esperando...

Pausó sus palabras dramáticamente, Eren se acercó más, agrandando sus ojos como platos —Sigue...

—Tranquilo en el auto y llegó su novio... creo —pasó su mano por el mentón —. Me dijo que me fuera y ya.

—¿Y le hiciste caso así de una?

—N-no —explicó —, le dije que le había prometido a (Nombre) que la esperaría, porque es verdad —tragó saliva y sus ojos se movieron abajo y a la izquierda —. Pero se puso medio raro y me dijo si yo era el amante de (Nombre) o algo así, como para estar esperándola.

—¿Qué? —Eren subió sus pies al sillón, sin importarle ensuciarlo con sus zapatillas —¿En serio te dijo eso?

—S-sí, además cuando quise explicarle me dijo que la misma (Nombre) había dicho que me fuera —. Se recostó en el respaldo, lanzando su cabeza hacia atrás. Su mano revolvió su cabello —Ahí me fui.

—Tengo que decirle a (Nombre) —. Afirmó Eren. Armin lo miró nervioso, se lanzó encima de su amigo después de que este tomara su celular para hacer una llamada —¿Q-qué haces?