𝒪𝓂𝓃𝒾𝓈𝒸𝒾ℯ𝓃𝓉ℯ
Miguel O'Hara, un estudiante transferido desde México hasta new York, un joven muy inteligente pero a la vez con una personalidad arrogante y superior. Se encontraba sentado en el césped de su gigantesca escuela leyendo un libro completamente metido en la historia que relataba. Trataba sobre un demente quien era tratado de ser capturado por un heroe, el típico perfecto e increíble héroe, pero por primera vez fue ganador en villano y el héroe termino asesinado, algo que vio muy pocas veces.
Estaba tan sumergido en el libro, en cada párrafo, en cada acento y letra, que no se percató de un grupo de jóvenes quienes se dirigían al sótano de la preparatoria hasta que escucho un fuerte sonido proveniente de la puerta y un par de risas, al parecer se les zafó la puerta y golpeó con agresividad emitiendo un fuerte sonido, Miguel levanto la cabeza desviando la mirada del libro mientras acomodaba sus anteojos y logro ver cómo uno de los chicos sacaba la cabeza mirando hacia los lados para asegurar de que ningún preceptor o profesor sospechara de algo, el chico se percató de la atenta mirada de Miguel y sonrió, haciéndole una seña de silencio y para que los acompañará, rápidamente volvió a cerrar la puerta entrando al sótano. Miguel aún que no lo quisiera aceptar le daba mucha intriga que iban a hacer esos chicos y le era más raro que lo llamarán debido siempre lo molestaban, se levantó de su lugar y se dirigió a la puerta, abriéndola y mirando hacia los costados para que nadie notará que entraría. En cuanto entro sintió un fuerte olor a humedad y a materiales químicos, en ese lugar suelen guardar materiales de limpieza u otras cosas. Escucho unas risas provenientes al final de las escaleras que servían para ir al subsuelo y el núcleo del sótano, comenzó a bajar con cuidado las escaleras ya que parecían tener años de tiempo y que en cualquier momento se romperían.
Cuando llegó al final de esta logro ver un gran lugar que se veía muy viejo, lleno de polvo y materiales escolares viejos, junto a eso se podían ver varios pasillos con puertas y más cosas, luego de unos segundos escucho de nuevo otras risas junto a susurros provenientes de un pasillo, más específicos el del medio, Miguel comenzó a caminar en dirección de los sonidos y se encontró un inmenso pasillo muy viejo y deteriorado, siguió su camino mirando las puertas hasta que chocó con el final del pasillo, ahí se encontraba una puerta en la que por intriga entro esperando encontrar a los chicos, pero no fue así, vio solamente una habitación llena de objetos y demás cosas, se acercó un poco a algunos instrumentos escolares hasta que freno repentinamente al escuchar como la puerta atrás suyo era cerrada con fuerza y unas risas burlonas se hicieron presentes, volteo la mirada rápidamente y se acercó mientras escuchaba como la cerraban con traba, comenzó a golpearla con fuerza intentando pedirles que la abrieran, pero sus súplicas fueron inútiles ya que los jóvenes salieron corriendo del sótano dejándolo completamente solo, sin saber que hacer comenzó a golpear la puerta con su cuerpo pero cada intento era en vano al ser tan débil, suspiro rendido y estresado mientras apoyaba su frente en la puerta junto a sus manos las cuales se relajaron y dejaron de formar un puño.
Desde el techo comenzó a bajar una araña con apariencia un tanto extraña y se apoyo en la nuca de Miguel, este no sintió nada hasta que una fuerte picadura se marcó en un costado de su nuca proveniente de la araña, este por instinto golpeó el lugar dañado sintiendo como algo caía.-agh! Mierda...- se quejo por lo bajo asustado.-
volteo la mirada en dirección a la ahora muerta araña, sobó el lugar golpeado y piso con fuerza la araña, la pateó en un lugar lejos y se sentó sintiéndose aún más tenso. Al pasar el rato comenzó a sentirse un poco mareado pero pensó que era por la humedad y por lo encerrado que era la habitación, volteo la mirada hacia un costado notando algo brillante, lo tomo y vio que era un trozo un poco grande de un espejo, se miro en este mientras se acomodaba los anteojos hasta que por el reflejo noto la sombra de una persona, rápidamente tiro el trozo de espejo completamente asustado, pero por el repentino movimiento se corto, no presto atención y volteo a mirar lo que vendría a ser la sombra pero solo era una escoba tapada por trapos oscuros. Suspiro estresado y miro el lugar dañado percatando que el corte ya no se encontraba, se sorprendió un poco pero rápidamente ese sentimiento de intriga se convirtió en dolor al sentir una punzada en un costado de su cabeza.
Ya no sabía cuánto tiempo había pasado pero escucho como el timbre había sonado y todos se fueron, no había nadie, Miguel estaba más que enojado, pero no era tanto con esos chicos, sino con el mismo, por ser tan idiota y dejarse llevar por la duda. Se levantó bruscamente y dió unos pasos hacia atrás, mirando fijamente la puerta, suspiro y corrió colocando una parte de su cuerpo de perfil y choco la puerta, está se rompió dejándole pasar pero lo raro que le resultó fue la facilidad con la que se rompió, freno y miro su cuerpo y luego manos, no tomo importancia y comenzó a correr dirigiéndose a la salida. Cuando salió fue directamente a los baños para lograr limpiarse el rostro y relajarse, al llegar hizo lo que se propuso calmando todo sus pensamientos y emociones, suspiro mirándose en el espejo y noto que algo mal andaba con sus anteojos, se los saco y los miro notando que no veía borroso sin estos, o bueno, casi no veía borroso. Luego de pensar un rato tocó nuevamente el timbre que indicaba la salida de la escuela, se puso los lentes y se miro nuevamente al espejo sintiendo una pequeña punzada en la cien de su frente y por el rabillo de su ojo logro notar de nuevo esa sombra, está vez se veía más grande y alta, volteo asustado notando que no había nada, solo una escoba, se acomodo el cabello y salió de los baños en busca de su mochila.
[...]
-buenas tardes, mijo.- dijo en su idioma natal una mujer alta y morena mientras desviaba la mirada de la cocina y miraba su hijo, Miguel, este al escuchar el llamado miro a su madre, la miro sonriendo levemente.-
-hola, ma'.- respondió Miguel mientras caminaba en dirección de la morena, le dió un beso en la mejilla y dejo su mochila colgada en una de las silla.-
-¿Como te fue en la escuela?- pregunto con una voz suave y tranquila mientras dejaba el trapo con el que se limpio sus húmedas manos.-
-bien...- dijo pesadamente mientras se acomodaba los anteojos.-
-mhm, no te escuchas muy convencido, ¿Que sucedió, cariño?- la mujer rápidamente noto el tono agotado de su hijo y supo en seguida que algo sucedía, solo que no sabía con certeza que le sucedía al moreno más joven.-
-¿Uh? Nada, nada, solo mucho trabajo, estoy cansado- dice sonriendo tratando de calmar a su madre y no hacerla sospechar- si me permites, iré a mi cuarto para descansar un poco- comenzó a caminar acercándose a las escaleras esperando a que su madre le diera el visto bueno.-
-claro, te llamaré para la cena- aún no estaba muy convencida pero lo dejo pasar, después le preguntaría si es que su actitud sigue siendo la misma.-
Después de eso Miguel subió las escaleras, se dirigió a su habitación, abrió la puerta y entro cerrando está atras de el. Mientras pasaba el rato el sentía diferentes dolores en su cuerpo y no lograba encontrar el por qué, sintió un pinchazo en la nuca y se tocó, sintiendo la picadura de la araña, Miguel comenzó a pensar que podría ser por la araña, así que se levantó de su cama y se dirigió a la computadora, la abrió y comenzó a buscar información sobre las picaduras de araña, pero no encontro nada parecido a los síntomas que sentía, hasta que entró una página un tanto rara y encontró que en su anterior colegio era usado como laboratorio, en este hacían experimentos con diversos animales los cuales la mayoría terminaron mutando, uno de los experimentos con excito fue el de las arañas. Miguel miro un poco sorprendido la pantalla, leyendo con atención, ahí logro encontrar los síntomas que daban los arácnidos, la mayoría eran los que el presentaba y comenzó a sospechar que algo tendrían que ver. Mientras creaba sus teorías en su mente comenzó a girar en las ruedas de su silla, de pronto sin darse cuenta quedó mirando un punto fijo ya sin pensar en nada hasta que por el rabillo del ojo logro ver nuevamente esa sombra, miro pero no encontró nada, otra vez.
Se acostó en su cama tratando de calmar sus pensamientos y emociones, se acomodo y comenzó a cerrar lentamente sus ojos, cayendo en un profundo sueño, sin darse cuenta que algo o alguien lo miraba por la ventana.-un nuevo inicio...- susurró la sombra que estuvo persiguiendo a Miguel.-
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𝐌𝐨𝐜𝐨𝐬𝐨 [𝗆𝗂𝗀𝗎𝖾𝗅 𝖮'𝗁𝖺𝗋𝖺 𝗑 𝖬𝖺𝗅𝖾 𝗋𝖾𝖺𝖽𝖾𝗋]
De TodoMiguel se encontraba tranquilo en un dia escolar hasta que por curioso se adentro en el sotano de la escuela y fue mordido por una araña. Ese es el comienzo de una nueva vida para el joven quien por culpa de esa araña logro conocer a quien sería su...