𝒪𝓂𝓃𝒾𝒸𝒾ℯ𝓃𝓉ℯMiguel despertó de repente completamente agotado y exaltado, en casi toda la noche no durmió, tuvo un sueño muy raro, de por sí que nunca soñaba, está vez tuvo un sueño sobre una sombra que lo acechaba por cualquier lugar, aún que está no hacía nada. Quedó pensando un buen rato hasta que decidió levantarse y olvidarse de ese "sueño". Se levantó y se dirigió al baño, se lavo la cara y cepillo sus dientes junto a su cabello, bajo hasta la cocina en dónde se encontraba su madre terminando de preparar algo, está lo miro y sonrió.
-buen día, mijo'- dijo con su típica voz cantarina mientras dejaba de lado lo que está haciendo para darle un suave beso en la frente del moreno- ¿como amaneciste?- pregunto mientras miraba los ojos cafés de su pequeño, estos se veían cansados y rápidamente se dió cuenta que algo pasaba.
-bien- mintió un poco para no preocuparla mientras mostraba una pequeña sonrisa serena.
-mhm, Miguel, se que no estás bien, no me mientas- dijo mientras lo miraba fijamente, no iba a ser tan ingenua para no darse cuenta, lo tomo de las mejillas con suavidad haciendo que el moreno la mirara.- cariño, sabes que puedes contarme todo lo que te suceda- dijo con un tono dulce mientras sonreía.
El moreno soltó un suspiro pesado, no comprendía cómo siempre lograba saber lo que sentía, cerro sus ojos un momento y los abrió con cansancio mostrando su verdadero estado.
-no comprendo lo que me sucede en este momento... No he dormido bien y siempre siento que me están vigilando, tal vez no sea nada pero me da cierta inseguridad... -dijo con sinceridad mientras desviaba su mirada por un momento y luego la regresaba de nuevo a los ojos color roble de su madre, notando como está lo veía preocupada.
La morena no sabía que responder, no esperaba esa respuesta de su pequeño y eso le preocupo aún más, quedó mirando por unos segundos hacia la nada y luego lo volvió a mirar, mostrando su semblante un poco fruncido.
-ay, mijo'...- susurró mientras lo abraza con un poco de fuerza- todo está bien, mi amor, no tienes que preocuparte por eso... Yo te cuidare -dijo sonriendo levemente y se separaba un poco para verlo a los ojos, este le correspondió la sonrisa tratando de tranquilizar a su madre.
-gracias, ma'...- cerro sus ojos cuando sintió un beso en su frente, por alguna razón cada tacto que su madre le daba le transmitía tanta tranquilidad que le hacía olvidar todos sus problemas, sintió como ella se alejo y le pidió que se sentará para así poder desayunar.
Luego de esa pequeña conversación la mayor siguió con lo que estaba haciendo mientras era observada por su hijo el cual se había sentado donde le dijo para poder desayunar, coloco la comida en un plato y se la dejo al mas pequeño mientras se sentaba en frente de el y seguían hablando.
[•••]
El moreno fue a la escuela como cualquier dia normal; clases aburridas, abusadores, chismes de chicas, charlas extrañas con su amigo, almuerzo, etc. En la noche anterior habia estado investigando sobre eso y como todo Spider-man podia soltar telarañas, trepar paredes, mejor vista [aunque no funciono del todo ya que aun tenia que usar lentes], reflejos, mejor audicion, entre otros. Tambien leyó unos comics y descubrió la manera en la que los demas notaban sus poderes, el mas importante era el de las telarañas y lo averiguaban al columpiarse de un edificio, sin mas retraso al terminar su horario escolar se dirigió a un edificio bastante alto cerca de su colegio, subio y al estar arriba observo la vista, en cuanto bajo su mirada se dio cuenta lo alto que estaba y un escalofrío paso por su espalda.
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𝐌𝐨𝐜𝐨𝐬𝐨 [𝗆𝗂𝗀𝗎𝖾𝗅 𝖮'𝗁𝖺𝗋𝖺 𝗑 𝖬𝖺𝗅𝖾 𝗋𝖾𝖺𝖽𝖾𝗋]
RastgeleMiguel se encontraba tranquilo en un dia escolar hasta que por curioso se adentro en el sotano de la escuela y fue mordido por una araña. Ese es el comienzo de una nueva vida para el joven quien por culpa de esa araña logro conocer a quien sería su...