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Los dos reían sin quitar sus ojos por el otro, teniendo una obsesión en perderse en sus miradas, orbes negros como la noche sin luz, la luna misma reflejando su brillo en aquellos lagos y ríos. Y unos orbes ámbar destilan la emoción perpetua, el genuino interés y encanto. Su brillo bajo el brillo del sol, tan etéreo y precioso que ocultan un montón de emociones.
—Me gustas, Taehyungie. —el golpe de esas palabras petrificaron las acciones contrarias.
Y Tae no se negó a sonreír feliz, contento.
—También me gustas, Kookie.
El castaño agarro de la mandíbula al azabache, tomando la iniciativa para acercar su boca a los labios de Jungkook, esperó que éste asintiera para besarla. Sus labios se unieron en un tierno beso que fue subiendo de intensidad, tal vez Jungkook había ocupado su saliva afrodisíaca..
Solo tal vez.
—Tu rostro está rojo, Taetae. —se ríe de manera pícara. Mordiendo su labio inferior.
—Jugando sucio eh, Tonta kook… —mira con seriedad a la contraria.— Quería hacer las cosas de buena manera pero contigo no se puede..—empieza diciendo, bufando en una risa seca, y sin gracia.— Así que ve preparando esa cadera, bebé.
Taehyung tira con cuidado al menor sobre aquella mudilla cama, poniéndose encima de ella para acercar su boca hasta el cuello limpio del pelinegro, dejando besos húmedos que rápidamente se convierten en succiones, dejando marcada aquel antes lechoso pálido, teniendo en mente marcarlo y llenarlo de chupetones.
Jungkook se deja llegar por el caliente aliento en su cuello, gimiendo sensible ante aquella muestra atrevida que bajan hasta su pecho, sus senos quedando libres del sostén.
—Me encargaré de que éste conjunto sólo lo uses para mí. —musita con su voz gruesa y grave.
El camino de besos se extendió hasta su abdomen, pequeñas mordidas sacaban dulces quejidos del pasivo, erizando en el proceso a kook que se ríe bajito y suelta jadeos. Su tarea de besos iba calando hasta llegar en la intimidad ajena, notando aquella braga con una gran mancha húmeda, sin tacto ni pena dirige su nariz hasta allí, embriagado por el aroma neutro y bien cuidado de crema corporal.
Mueve a un lado la tela con sus dedos largos, teniendo de vista aquel mojado coño que goteaba fluidos vaginales, su paladar exigiendo probarlo.
Y lo hace, lamiendo los labios vaginales e insertando repentinamente su lengua en el orificio del menor, moviendo suavemente a los lados su rostro para que su nariz masajeara el clitoris de la azabache.
Jungkook por aquello gime tensando su cuerpo.
—S-se siente bien…—murmura agitado, moviendo su cadera para más contacto.— Tu lengua es caliente…mgh… —con su mano derecha toma la cabellera del mayor, atrayendo el rostro más cerca de su humedad sensible.
El de orbes ámbar miraba la mueca arrugada del otro, sintiendo su propia erección palpitar, pidiendo atención.
Así que se aleja del coño de la contraria para quitarse su ropa, quedando desnudo ante los orbes negros del pequeño, notando aquella mordida en el labio inferior del contrario.
Jungkook fascinado por la vista, sus lujuriosos orbes vagando en el cuerpo ajeno, sintiendo su coño palpitar por ese enorme miembro que ya soltaba presemen.
—Lo meteré. —anuncia bombeando su propio pene entre sus manos, esparciendo el fluido contrario para acercarse y posicionarse entre las lindas piernas pálida del menor.— Dime si algo no te gusta, y me detendré.
El azabache expectante y ansioso dudaba que algo no le gustará, así que solo aceptó.
El castaño sin perder tiempo se hunde en el regordete coño de Jungkook, su interior abrazando a su polla, tan caliente y húmedo que tiene que usar todo su autocontrol para no venirse, observa el rostro contrario y terminó perdiendo lo predicho…
Se ve tan perdido en el placer que su carita roja y sus labios abiertos, liberando dulces cánticos fuerte, profunda y completamente placentera.
—¿Te gusta esto cariño?
—Me gusta Taetae…agh…—murmurando respondió.— Me gustas mucho~….—mueve sus caderas para sentirlo más profundo.
—Dime Kookie…—su mano izquierda sostiene del muslo interno contrario para posicionar la pierna sobre su hombro, y la otra pierna rodear su cadera, inclinándose hacia el rostro del menor. Mirándolo tal cual como una rica presa. Igual que un cazador al cazado.— ¿Quién es tu dueño ahora? ¿A quién le perteneces? Mh. —pregunta sin rodeos, sacando con lentitud su gorda polla hasta quedar solo la punta.— Responde. —ordena frunciendo el ceño por la mirada perdida contraria, arremetiendo en una fuerte estocada.
Jungkook suelta un fuerte gemido agudo. Sorprendido por esa acción, tratando de asimilar las preguntas y responderlas;— Taehyung….M-mi dueño es Taetae…mgh~-se queja por otra estocada.— Le pertenezco a Taehyungie. —sus ojitos se llenan de lágrimas, inclinado al placer de esa morbosa acción, el mayor se acerca hasta el oído del menor.
—Eso es, cariño. Tú me perteneces. Eres mío.—gruñe aumentando la velocidad, dejando lamidas en la mandíbula del azabache.— Desde ahora yo soy tu dueño. Nadie más.
El contrario asiente sumido en el placer, amando tanto esa sensación de ardor ante esa virilidad ingresando frecuente en su interior que no quiere que termine. Quiere tener a Taehyung metido en su coño jodiendo su útero, siempre.
—¿P-por qué lo sacas…? —inquiere al momento de sentirse vacío, iba a hacer un berrinche sino lo vuelve a tener dentro suyo hasta partirlo.
—Pequeña ansiosa…—se burla, restregando la punta de su miembro en el caliente coño de la menor, jugando con meter la punta pero sacándolo al instante.— ¿Quieres esto? Obvio que sí, sino no estarías chillando como una ramera…mi ramera.
—Lo quiero, por favor mételo~…—ruega abriendo más sus piernas, amando su flexibilidad ya que mostraba de mejor manera toda su intimidad mojada y roja por los choques anteriores.
Taehyung no se hace de rogar, volviendo a ingresar en la pequeña en su cama. Dándole la vuelta para dejarla con su rostro en la cama, haciendo que levantará es culo gordo. Viendo aquella colita enredarse en su brazo.
Con curiosidad agarra la cola desde la base, sintiendo a Kook apretar su interior debido a que su cuerpo se tenso.
—N-no…no lo toques~…—dice bajito, sonrojado mordiendo la almohada bajo suyo.— Es sensible…—otro apretón mando escalofríos en toda su columna, sufriendo espasmos placenteros por su próxima corrida vaginal.
—Mierda Jungkook, estoy cerca.—jadea grave, poniendo todo su peso en la espalda del menor para susurrarle.— ¿Lo quieres dentro?
¿Quién es Jungkook para negarse?
—Sí..porfavor. Lléname, hazme tuya.
Satisfecho, Taehyung arremete con más intensidad, escuchando ese choque de pieles y el olor nauseabundo a sexo proveniente de ellos. En una fuerte embestida deja salir todo su semen en las paredes internas del menor, manchando todo su paredes de blanco. Jungkook sintiendo el enorme placer de ser llenado, sintiendo un inexplicable ardor en su vientre, y como éste brillaba suavemente.
—Mira Taetae. —señala su vientre.— El contrato ya está hecho.
En su vientre se encuentra una especie de silueta de su útero en forma de corazón con la inicial de Taehyung.
—Ahora soy tuya, y tú eres mío. Nos pertenecemos, mi amor.
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