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Taehyung había sellado el pacto con Jungkook pero no sabía lo que todo esto le traería deliciosas consecuencias.
Luego de haber tenido ese primer encuentro sexual y despertar a la mañana siguiente, el castaño buscó a kook por todos lados pero éste no daba señales. En un momento se sintió utilizado creyendo que lo había buscado para llenar su mana.
Siendo así o no, Taehyung debía prepararse para sus clases, tomando un baño y poniéndose su uniforme para irse. Tenía una leve esperanza de que Jungkook asistiera pero no fue así.
El profesor había ingresado al salón saludando a todos sus alumnos para dar el tema de ese día, Taehyung estaba muy concentrado leyendo hasta que sintió una presión en su parte baja. Al bajar la mirada hacia abajo se fijo que era Jungkook, el menor debajo del escritorio mirándolo con sus grandes orbes negros. Irradiaba inocencia pero una profunda lujuria.
—Hola Taetae.—susurro de forma pícara, importándole la mirada ceñuda del otro.
—¿Qué mierda haces ahí? —inquiere serio, no dándose cuenta que levantó su tono de voz algo más algo de lo debido.
—Estudiante Kim, ¿algo que quiera compartir con la clase? —mira al castaño con una ceja levantada. Mirando que el menor se niega.— Bien, no vuelva a interrumpir mi clase.
Taehyung quedo petrificado por la ignorancia del adulto por la persona bajo su mesa.
—Vamos a jugar, Taetae. No te preocupes, nadie aparte de ti puede verme.—lo último tranquilizo al moreno.
Sin perder tiempo la menor baja la cremallera del pantalón contrario, la polla se enmarca en la tela del bóxer, dio un suave beso encima y luego tomó el elástico de la ropa interior, bajándolo hasta liberar ese jugoso miembro.
—Éste amigo tuyo nunca se cansa de verme…—murmura sonriente, dando un leve soplido para ver la reacción del otro.
Obteniendo un sobresalto poco disimulado.
—Esto me lo pagarás muy caro, cariño.—dice entre dientes, sus mejilla teniendo un rubor sutil.
—Dime eso luego de que te la chupe.
Beso el glande, justo en el orificio de la uretra, una zona muy sensible para el moreno. Metió primero la punta en su boca, realizando movimientos circulares por todo el frenillo, bajó por completo engullendo toda la caliente longitud. Sintiéndolo tocas la úvula, resultando en una arcada leve, así que sacó al polla de su boca para levantar la mirada y encontrarse con esos orbes ámbar que parecían hambriento por más. Jungkook sintió su marca punzar que volvió a meter la punta a su boca.
Taehyung en cambio se sentía maravilloso, su orgasmo estaba casi en su punto máximo, debiendo bajar su mano hasta la cabeza del pelinegro para dejar salir su semilla hasta el fondo de esa estrecha garganta.
—Gracias por la comida. —dice una vez trago todo el semen.— Debo irme, Taetae. —y sin más se fue, desapareció.
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Las clases terminaron, y Taehyung salió corriendo hasta la azotea, sabiendo que en ese lugar estaría Jungkook. Ella se encuentra en el borde con sus ojos cerrados disfrutando de la suave brisa, y él se acercó para sentarse a su lado.
—¿Te gustó mi regalo? —pregunta tranquila, dirigiendo sus orbes negros hasta el otro.
—Te castigaré por eso. —su voz demostraba alguna molestia, siendo un tono grave y tosco.
—En eso te estoy esperando. —se ríe bajito hasta flotar e ir al centro de la azotea.—Ven.
Taehyung se levanta para ir hacia ella y levantarla, de forma brusca la pone contra la pared, sus manos viajando hasta su falda para subirla y dejar a la vista su trasero cubierto -sin decir casi nada- por una sexy tanga de encaje rojo, tocó su coño por encima de la tela sintiéndolo ya humedecer más de lo que estaba.
—No te imaginas las malditas ganas que tengo de comerte y hacerte adicta a mí. —gruñe haciendo a un lado la ropa interior para ingresar uno de sus dedos en ese estrecho canal.
Moviendo sin descaro su dedo, otro dedo ingresando para intensificar los gemidos agudos. Jungkook se siente caliente y excitada, queriendo algo más grande y venoso, aquel dedo pulgar causaron un fuerte grito debido a que llegó a acariciar su clítoris a la vez que esos largos y grandes falanges profanaban su interior estrecho. Y cuando estaba por venirse Taehyung retira los dedos, alejándose y lamiendo sus fluidos quedados en sus falanges.
—¿Por- Por qué te detienes…? —murmura abriendo sus ojitos, sus piernas temblando por no poder retener por bastante tiempo su corrida si no hay quien la ayude.
—Ese será tu castigo.
Y antes de que ella pudiera decir algo, él se fue de la azotea escaleras abajo, dejando a una calenturienta súcubo.
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