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Vegetta se sentía idiota y de alguna manera también insuficiente, pues la persona que más amaba en este mundo estaba tan rota que no podía ay...
"Aún recuerdo aquella noche como si hubiera sido ayer, aquella noche en la que mis amigos me rogaban porque fuera a esa fiestaqueuno de los nuevos chicos que se había unido al grupo había planeado, si, Quackity. Al principio no iba a ir y es que era obvio porque, lo quesucedía es que a mí jamás me han gustado esas salidas a fiestas donde te desconoces y todo eso, ¿Quiéndiría que por mi vida todo eso ya ha cambiado?
Como sea, no podemos distraernos apenas con eso; después de tanta insistencia, el híbrido pato y su novio el emo me rogaban porque fuera, recuerdo claramente el porque fui, en parte si fue por las súplicas pero también fue gracias a que uno de mis mejores amigos, Frank, también se unió a las suplicas y llegó por mí a casa.
Después de algunos minutos conduciendo a esa fiesta y con Frank que me contaba su día, pues la verdad es que todo parecíair bien, al llegar bajamos del auto y vimos todas las personas que se encontraban tanto dentro, como fuera de la casa de Quackity, si que había hecho su fiesta en grande, entramos y mi acompañante veía a los alrededores, había personas por todos lados, caminamos a la cocina y decidió hablar."
─Ostia, que de personas hay por aquí, ¿No crees que el mexicano este se ha pasado con las invitaciones? ─Preguntó viendo al de ojos amatistas.
─Mm, si, ¿Dónde crees que estén él y Luzu?
Staxx iba a responder alguna tontería seguro, pero fue interrumpido por un chico el cual de alguna u otra manera era muy guapo; su cabello era blanco y sus orejas de un tono castaño, bueno, su cabello tenía algunos mechones de dicho color ahora que lo decimos.
─De seguro deben estar follando por ahí, yo los ví irse a la parte de arriba.
Staxx lo vió asombrado y después rió. ─Hombre, Doblas, tú si que estás en cualquier lugar.
Vegetta lo vió con algo de sensación de sorpresa y confusión juntas, ahora recordaba de donde lo conocía, fueron compañeros desde la primaria hasta la secundaria juntos, ¿No se había ido a Noruega?
─Como sea, ya vengo, Alexby me dijo que estaría por aquí, te dejo con Rubius, no tardo Vege. ─Se alejó del pelinegro y salió de la cocina en busca de su otro amigo.
El de ojos amatistas asintió y después vió al peliblanco. ─Ruben Doblas..
─Samuel de Luque..
Ambos soltaron una risa, pero Vegetta decidió hablar primero otra vez.
─Creí que te habías ido a Noruega, ¿Qué haces aquí?
─Pues...En noruega mis padres me controlarían siempre, aquí puedo ser libre, además, ¿como sabes lo de noruega? No volvimos a hablar desde-
El más bajo lo interrumpió. ─Desde que saliste con tus bobas ideas de querer una 'cita' conmigo.
─¿Hasta hoy crees que es bobo eso? ¿Al fin tendré oportunidad?
Vegetta negó inconscientemente con la cabeza, ¿Cómo era posible que después de ya varios años ese chico siguiera con esa petición? Pero también por dentro varias cosas pasaban por su mente, por ejemplo; cuando Rubius le enviaba cartas, escribía poemas para él, ¡Le llevó flores cada 14 de Febrero! Mierda, si que se había portado como un imbécil antes por no querer aceptar su sexualidad, ahora el híbrido oso era mucho más guapo que antes, es más, ni creía que sería guapo a este punto. No iba a desaprovechar la oportunidad. ─Después de tantos años podría aceptarte al menos una cita.
─¿¡En serio!? ¡Te aseguro que no te arrepentirás! Y sobre todo, no será solo una..~
Vegetta rió y apartó la mirada. ─Si, claro
─Bueno, ya que aceptaste mi cita, ¡Podemos pasar ahora el rato juntos! Ven. ─El más alto tomó la mano del más bajo y salió con él al jardín felizmente.
El resto de la noche fue increíble para ambos, habían estado hablando de su vida, lo que había sucedido desde que sus caminos se separaron por la distancia entre ellos; Vegetta había tomado sin importarle la cantidad, tanto así que terminó borracho al igual que Rubius. No les había importado nada esa noche y "sin querer" terminaron en la casa del de ojos amatistas follando y despertando al día siguiente con un poco de recuerdos sobre lo que había sucedido.
Nada iba a ser igual desde esa noche, ambos lo sabían. Con eso, siguieron saliendo juntos a citas, fiestas, con sus amigos, parecía ir todo bien entre ellos, pero como dije, parecía...
¿Quién diría que unos dos años después encontraríamos a ambos chicos en la misma sintonía pero con un contexto diferente?
Vegetta se encontraba descansando en el respaldo la cama mientras abrazaba a quien se suponía ser su novio; el híbrido oso estaba en un estado mal, pues se había drogado y en cierta parte el pelinegro se sentía culpable, pues él estaba a su lado cuando hacía eso. Lágrimas salían de sus ojos y quitando una mano de encima de Rubius tomó su teléfono para escribirle a su única ayuda en estos momentos, Frank.
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Suspiró y dejó su teléfono a un lado para acto seguido besar la mejilla de Rubius, sin duda esto era una puta historia que al principio sólo fue divertido.
