🩸";𝐏𝐨𝐰𝐝𝐞𝐫;"🩸⦅Rubegetta⦆ | (COMPLETA)

(1O): "𝐈 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮" 💔

Título en español:
(1O): "Te amo"

Cancion recomendada para este capítulo: "I love you-Billie Eilish" ❤️‍🩹

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🩸𝖭𝖺𝗋𝗋𝖺 𝖵𝖾𝗀𝖾𝗍𝗍𝖺🩸

Yo les dije que la suerte no estaba en mí, la suerte y yo no somos amigos hasta el puto día de hoy.

Resulta que después de esa travesía que hice en casa de Doblas, no tuve ni el descaro de hablarle o algo así, de hecho estaba deseando que se hiciera de noche para poder irme mejor a casa, pero no, mi turno ya había terminado, eran apenas las 5 de la tarde, esto no era bueno, tenía que volver al apartamento y...es que fácilmente podía no haberlo hecho, pero algo dentro de mí me decía que si lo hiciera.

Y como si la casualidad existiera, un mensaje de Mangel llegó a mi teléfono, de alguna forma eso me alarmó y rápido contesté para dirigirme al instante al lugar.

No tardé mucho en llegar, así que al entrar ví a Mangel sentado en uno de los sofás, todo estaba tan silencio que asustaba.

─Mangel, ¿Dónde está él?

─No tengo idea, dijo que ya volvía, pero así lleva desde que te envié el mensaje...

─Eso si que es raro..

─Vegetta, por favor dile a Rubius que deje este puto mundo de las drogas, no me gusta verlo así, me duele cuando está así.

─Mangel, ¿Tú crees que no lo he hecho? ¡..He intentado de todo..! Le he dicho tantas cosas que comienzo a creer que ni con mi amor va a cambiar.

─...Entiendo, pero es que, no sé que tan bueno sea que te lo diga, pero Quackity me contó que él en un pasado ha intentado suicidarse, eso es terrible.

En ese instante me sentí fatal, ¿Cómo ellos sabían que Rubius quería hacer eso y yo no estaba ni enterado? Peor aún, ¿Él quería suicidarse? ¿Y yo? ¿Yo dónde quedaba en esta puta historia?

─S-si, entiendo la gravedad del asunto, Mangel. Pero...Por favor, yo también necesito apoyo de todos vosotros, yo solo no puedo.

─Obvio que así será, Vegetta.

Pasaron apróximadamente unos 40 minutos hasta que Rubius por fin hizo acto de presencia; llegó empujando la puerta y al instante vió a Vegetta.

─¡Tú! ¿Dónde mierda está eso?

─..¿De que hablas?

─¡¡Sabes de lo que hablo, Samuel, deja de hacerte el idiota!!

Mangel lo vió sorprendido y después vió a Vegetta, ¿A caso así lo trataba siempre?

─Hey Rubius, no le hables así.

Rubius rió sarcástico y siguió viendo a Vegetta de manera penetrante.
─Y encima metes a mis amigos en esto, tú siempre queriéndote hacer la puta víctima con todo el mundo.

Mangel iba a hablar, el pelinegro lo notó y con algunas señas le dió a entender que no hablara.

─¡¡Dí algo maldita sea!! ¡¿Dónde están mis putas cosas?! ¡¡Entiende que este no es tu puto asunto!!

─¡Claro que lo es!

─¡¿Cómo?!

─..Porque no quiero que te suicides..

Rubius molesto comenzó a gritarle tantas cosas a Vegetta, Mangel estaba más que sorprendido, también estaba asustado, ¿Por qué el noruego estaba actuando así?

─Te odio y te quiero lejos de mí, de mi vida.

─No hablas en serio.

El peliblanco se acercó a centímetros de la cara del más bajo y volvió a hablar de manera fuerte.

─Digo en serio cada puta palabra, ya no queda nada entre nosotros.
Me arrepiento de tantas cosas en mi vida, pero el haber vuelto a coincidir contigo debe ser lo peor de mi puta lista.

Los ojos del pelinegro poco a poco se llenaban de lágrimas, lágrimas que amenazaban con salir y es que las palabras de Rubius eran estacas a su corazón.

─¿Ahora vas a llorar? ¿Quieres llorar?

─Lo que dices no es cierto.

─¡Claro que lo es! ¡Sabes bien lo que haces! ¡Vas con tu puta bandera de inocente por la vida! ¡¡Mientras solo jodes la mía!!
─Lo sacudió de los hombros, muy enojado.

─Te amo.
─Dijo el pelinegro aún esperando que fuera una broma lo que el más alto decía.

─No, claro que no. ¡Tú amas que te amen! ¡Siempre ha sido así! ¡Desde que nos conocemos! ¡¿O te lo vuelvo a recordar?!
─Lo empujó hacia atrás haciéndolo rebotar contra el respaldo del sofá.

─Te amo.
─Dijo con lágrimas que no paraban de salir.

─¡¡No es cierto, deja de decir eso!! ¡¡Tú no me amas!! ¡Me abandonaste cuando más te necesitaba! ¡Vete de mi puta vida!
─Se alejó de este y caminó a su habitación.

El de ojos amatistas se levantó siguiéndolo, no quería perderlo, no después de todo lo que habían pasado juntos.

─Cariño-

─¡No me llames así!
Al instante le dió una cachetada que hizo al pelinegro casi caerse.
─¡Sería genial que me dejarás en paz el resto de mi puta vida! ¡Porque cada que te veo me haces sentir ENFERMO!

Volvió a empujarlo por los hombros, pero Mangel intervinó abrazando al más bajo poniéndolo detrás suyo.

─¡Déjalo ya! ¡¿Por qué no ves lo que hace por tí?!

Y justo antes de que el más alto hablara, Vegetta lo interrumpió.

─Avísame cuando esta mierda termine.
─Se limpió las lágrimas que salían y salían de sus ojos, rápido fue a la puerta y se fue de ahí.

Les mentiría si les dijera que ese día no sentí como una parte de mí se había quebrado, mi corazón estaba roto. Rubius jamás me había puesto un dedo encima, además sus palabras habían sido lo peor que alguien me pudo haber dicho en la vida.
Ese no era el Rubius del que yo siempre estuve enamorado....

Suena cruel, pero de alguna u otra manera, esa fue la gota que derramó el vaso, ¿Tuvo que suceder esa mierda para que yo pudiera abrir los ojos al fin? Sí.

Pues aunque le había dicho a Mangel que necesitaba de la ayuda de todos nuestros amigos para esto, yo ya no iba a estar dispuesto a correr por esa persona que no estaba dispuesto a siquiera dar un puto paso por mí.