Capítulo 2

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Posiblemente me dio coraje, sí, lo admitió. Me dio coraje la última conversación que tuve con Taesung y por eso justo ahí se encontraba mi existencia, en el puto club nocturno. Al final terminé yendo al lugar con el resto de las chicas quienes observé desaparecer entre la multitud, probablemente buscando una nueva emoción o simplemente explorando lo que el club tenía para ofrecer.

Las luces parpadeantes iluminaban el ambiente creando una atmósfera vibrante. Sentada en algún sofá de la zona zona vip, con mi vestido negro que destacaba entre la multitud, haciendo que me sintiera atractiva pero no del todo segura, pude escuchar risas y conversaciones a mi alrededor.

Desde que puse un pie aquí, mis pensamientos habían estado ocupados pensando en Taesung.

Una y otra vez.

De repente observe la figura de Karina acercándose a mi con una copa en la mano y una sonrisa en el rostro. Lucía bastante bien con aquel vestido blanco con un estilo de plumas.

—¡Hey! —exclamó después de haberse tirado en el sofá junto a mi— ¿Qué esperas? Ve a mover ese culo.

—No tengo ganas —respondí con desinterés y claramente sin ánimos.

—Escucha, cuando tú te estresas, yo me estreso. Así que, cuéntame —coloco la copa en la mesa de cristal frente a nosotras.

—Se trata de Taesung —confesé al instante seguido de un suspiro.

—¿Qué pasa con él?

—Últimamente siento que —hice una pausa y me acerqué más a ella debido a la música— No lo sé. Creo que sale con otra.

Karina sacó su oído lentamente y dejó de su jugar con su cabello para mirarme fijamente.

—¿Por qué, viste algo? —preguntó.

—No es así —relamí mis labios— Cuando nos casamos, éramos la pareja perfecta. Y ahora.. somos dos extraños bajo el mismo techo.

—Escucha —ella se acercó a mi oído— No es tu culpa, eres una buena esposa. Y lo que tienes justo ahora es la crisis del séptimo año de matrimonio.

Ambas no pudimos evitarlo y soltamos una pequeña risa.

—Por supuesto —le seguí la corriente un poco calmada pero no por completo.

—Pero por suerte, tiene cura —ella arqueó su ceja y asomó una sonrisa ladina.

—¿Cuál es?

No respondió y simplemente agarró mi mano. No entendía qué pasaba así que reí, pero en ese mismo instante la observé quitar mi anillo de matrimonio. Abrí mis ojos intentando detenerla, pero ya lo había sacado. La miré confundida y ella puso el anillo fuera de mi alcance.

—¿Qué haces? Karina, dame eso —fruncí mis cejas extendiendo mi mano.

—No —dijo despreocupada negando con su cabeza— Esto, representa el matrimonio. Y ahora no estás casada.

Karina giro cabeza mirando a donde las demás, señalando con su dedo índice. También miré.

—Estamos en una despedida de solteras —regreso a verme de vuelta— Referencia que estás soltera. Durante las próximas veinticuatro horas, estás soltera.

—Karina, no vine para eso.

—Joder amiga, diviértete. Hagamos un brindis.

Karina se levantó tirando el anillo directamente por sus pechos los cuales manoseó y agarró la copa levantándola. Me quede atónita en mi asiento con mis labios entreabiertos.

despedida de soltera | 랑 JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora