•| 𝐅𝐮𝐥𝐥 𝐌𝐨𝐨𝐧 |• - 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟏

Beacon Hills, un pueblo aparentemente tranquilo, aunque, bien se dice, que en las sombras se ocultan criaturas no tan comunes rondando por ahí, mezclándose entre nosotros como iguales, con poderes inigualables e inexplicables. Criaturas tan poderosas que las personas solo las consideran como mitos inexistentes, pero lo que no saben es que abundan más cerca de lo que creen.

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— De vuelta en casa, se siente bien volver, ¿No crees, Ive? —. Pregunta la mujer de cabello marrón oscuro a su sobrina apenas la puerta de la casa es abierta.

—No recuerdo mucho este lugar, pero... Sí, se siente bien volver —. Sonríe la chica a su tía.

Después de años habían regresado a su pueblo, el lugar donde nacieron y en el cual habían perdido gran parte de su familia, les resultaba difícil lidiar con los recuerdos, pero les hacía falta su naturaleza, su tierra.

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—Enserio Jul, podríamos ir a ver una película de comedia, acción o romance, pero ¿Terror, enserio? —. Pregunta la pelinegra a su mejor amiga, buscando que ponerse en su armario.

—Tú me pusiste a escoger, ahora, apúrate que se nos hará tarde –. Menciona la chica castaña mientras se miraba en el espejo para luego sentarse en la cama de su amiga.

— Ya casi estoy lista, y a la próxima escogeré yo la película —. La chica ya estaba acabando de alistarse cuando su hermano entró en la habitación.

— Gigi, no lleguen muy tarde, mamá dijo que la recogieran a las 10pm en el hospital, y recuerden no ver ninguna película de terror —. Advierte mirando a la castaña, sabía que eran su género favorito de películas.

— Cálmate Scotty, solo veremos una película de acción, nada de qué alarmarse, muy educativa a la hora de enterrar un cadáver —. Menciona la chica de forma sarcástica y su amiga no puede evitar reír.

—Já, muy graciosa, ya veo que el sarcasmo viene de familia —. La mira un tanto molesto y ella solo mantiene su sonrisa.

—Bueno, bueno, ya basta de sus peleas. No te preocupes Scott, estaremos bien, recogeremos a mamá a la hora que pidió y volveremos a casa sanas y salvas, ¿sí? —. Dice su hermana terminando de acomodar su cabello y lo voltea a ver con una pequeña sonrisa.

—Sí, lo que ella dijo, ¿lista? —. Murmura Jul, levantándose de la cama mirándola.

—Sip, vamos. ¡Adiós Scott! —. La pelinegra se despide de su hermano dejándole un beso en la mejilla antes de salir de su habitación.

— Adiós Scott... Ah, si te encuentras a mi hermano, dile que haré pijamada con Gigi y que el helado que quedó en la heladera no lo toque —. Musita antes de caminar fuera de la habitación.

Ambas chicas salieron de la casa y al llegar al estacionamiento la pelinegra detiene a su amiga con algo de pena.

— ¿Podrías conducir?... Sabes que no me gusta después de... —. Su amiga la interrumpe.

— No tienes por qué preguntarlo Gigi, vamos —. Sonríe y caminan hacia el auto.

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Un chico conducía tranquilo por la calles de Beacon Hills, de un momento a otro su radio empezó a fallar, lo cual lo distrajo, pero al levantar la vista, se encontró a una chica castaña de estatura promedio que estaba en medio de la calle buscando algo al parecer. Frena de golpe con el corazón a mil para no causar un accidente y al estar detenido el auto el chico se bajó para acercarse a la chica.

— ¿Oye, te encuentras bien? Estás en medio de la carretera —. Le dice al estar a su lado y le toca el hombro para llamar su atención.

— ¿Uhm? Ah, sí, perdón, no me di cuenta, lo lamento —. La chica lo voltea a ver y le sonríe apenada — Soy Ivett Hale, un gusto.

— Oh, ahmm, soy Stiles, Stiles Stilinski, un gusto —. Él le corresponde la sonrisa, la cual se borró inmediatamente al escuchar los claxon de autos estacionados detrás del suyo y allí se dieron cuenta de donde estaban.

— Creo que es mejor nos movemos —. Sugirió la castaña haciéndose a un lado hacia la zona peatonal.

— Sí, es cierto —. El chico reaccionó y rápidamente se montó en su Jeep para estacionarlo en la acera para así darle pase a los otros autos.

Una vez estacionó el auto, se bajó y buscó a la chica con la mirada, que al encontrarla volvió a acercase a ella.

— Ahora sí puedo preguntar, ¿por qué estabas en medio de la calle, Ivett? —. Le pregunta con gran curiosidad, pues, la chica le resultaba bastante inquietante.

— Ahm, pues estaba caminando, conociendo un poco el pueblo y al pasar la calle se me cayó el celular, creo que no lo pensé muy bien y bueno, ya sabes el resto... —. Ríe un poco avergonzada.

— Oh, ya veo, si quieres te puedo llevar a tu casa —. El chico ofreció, pues se sentía mal por casi haberla atropellado.

— No quisiera molestar.

— No es molestia, es lo menos que puedo hacer después de... bueno, ya sabes, que por poco te atropellara —. Suelta una leve risa.

— Bueno, está bien, gracias, Stiles —. Sonríe de igual forma.

Los dos chicos se montaron en el jeep y emprendieron camino hacia la casa de la chica.

— Y Stiles, que nombre tan peculiar —. La castaña lo mira con curiosidad.

— En realidad, ese no es mi nombre, pero es como prefiero que me llamen —. Explica el muchacho.

— Oh, entonces, ¿Cuál es tu nombre?

— Me llamo Mieczyslaw.

— ¿Mieczyslaw? Vaya... —. Dice sorprendida.

— Sí, era el nombre de mi abuelo, pero no lo sabía pronunciar, lo más que podía decir era Stiles, y pues así se quedó —. Ríe leve —. Ivett tampoco es muy conocido... Y Hale, no sé, pero siento que antes lo había escuchado.

— Bueno, antes vivía aquí, en Beacon Hills, mi familia proviene de acá —. Explica la chica mientras mira el camino, recordar a su familia la hacía sentir nostálgica.

— Oh, claro, ya recuerdo, Hale, como el chico del bosque — Exclama el chico al recordar de donde lo había oído.

— ¿Chico del bosque? —. Ella lo mira intrigada, pues no conocía de otra familia que se apellidara Hale.

— Sí, tengo que admitir, que es demasiado intimidante, se la pasa en esa casa quemada —. Sigue hablando mientras conduce.

— Y... ¿sabes cómo se llama este sujeto? —. Pregunta ahora más intrigada.

— Mhm, la verdad no lo recuerdo, cuando lo mencionaban solo hablaban por su apellido —. La mira por un segundo antes de volver la vista al camino.

— Ya veo... —. La chica no lo podía creer, eso era algo imposible.

Todo el resto del camino se quedó pensando en que tal vez se trataba de algún familiar que creía muerto, lo cual, le daba un poco de esperanza. Aunque tampoco podía descartar de que se tratara de algún chico cualquiera y solo se esté haciendo ideas en la cabeza, pero ella no se quedaría de brazos cruzados, iba a averiguar quién era y no iba a parar hasta tener respuestas.