Capítulo tres.

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El sonido inconfundible de las sirenas de ambulancia se acercaba a gran velocidad, mientras el corazón de Zee latía desbocado en su pecho. Finalmente, logró moverse y corrió hacia Nunew, arrodillándose a su lado.


—¡Nunew, por favor, despierta!. _ Susurró Zee, con lágrimas brotando de sus ojos. _ No me dejes aquí, no puedo vivir sin ti.

Los paramédicos llegaron rápidamente y comenzaron a atender a Nunew, mientras Zee se mantenía aferrado a su mano, sumido en la desesperación. El miedo y la culpa lo invadían, incapaz de asimilar la gravedad de lo que había sucedido.

—Por favor, díganme que estará bien. _ Suplicó Zee a los paramédicos.

—Haremos todo lo posible. _ Respondieron, mientras llevaban a Nunew hacia la ambulancia.

El mayor se subió a la ambulancia, sin soltar la mano de Nunew durante todo el trayecto al hospital. La angustia y el arrepentimiento lo consumía.

En el hospital, Zee esperó ansioso en la sala de espera, mientras los médicos atendían a su novio. Cada minuto parecía una eternidad, y el miedo a perderlo para siempre lo invadía. Finalmente, un médico salió y se acercó a Zee. Su corazón se detuvo por un instante, sin saber cómo reaccionar.

—Él está en estado crítico. Estamos haciendo todo lo posible por salvarlo, pero debe estar preparado. _ Informó el médico.

Zee dejó escapar un suspiro profundo, sintiéndose culpable a pesar de no comprender del todo las razones de Nunew. Su mente era un torbellino de emociones mientras observaba al médico alejarse por el pasillo, con el corazón destrozado.

Debe estar preparado.” Esa era la frase que los médicos solían pronunciar cuando conocían el destino de un paciente. Pero Zee se negaba a aceptar que Nunew pudiera morir.Las horas transcurrieron de manera agonizante para él, atrapado entre la impaciencia y la preocupación por el estado de su novio, rodeado de preguntas que lo confundían aún más.

Las horas transcurrieron de manera agonizante para él, atrapado entre la impaciencia y la preocupación por el estado de su novio, rodeado de preguntas que lo confundían aún más

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Eran casi las 12 de la noche y Zee seguía esperando en la sala de aquel hospital. Desde su llegada, no había recibido más noticias de Nunew. A punto de acercarse a una enfermera, vio al médico que lo atendía salir del pasillo y caminar hacia él.

—Doctor, por favor, ¿cómo se encuentra Nunew?. _ Preguntó con urgencia.

—Lamentablemente, durante el proceso de recuperación, él sufrió complicaciones inesperadas y entró en estado de coma. _ Zee se sintió devastado y desesperado al escuchar esas palabras.

No podía creer lo que oía. Nunew, la persona a la que amaba, ahora yacía en coma. Un nudo se formó en su estómago y las lágrimas amenazaron con brotar de sus ojos. Mientras el médico continuaba explicando, sus palabras parecían desvanecerse en el aire. Solo podía pensar en su Nunew. Después de un silencio abrumador, Zee logró articular algunas palabras.

—¿Hay algo que se pueda hacer?. _ Preguntó.

El doctor suspiró y respondió: _ Por el momento, solo podemos esperar. El coma es profundo y su recuperación será un proceso largo y difícil.

Zee asintió, sintiéndose impotente. Era inconcebible que algo tan terrible le sucediera a alguien como Nunew, quien siempre había irradiado energía y vitalidad. Verlo en esa cama de hospital era simplemente desgarrador.

Las horas y luego los días pasaron, convirtiendo la triste habitación del hospital en el nuevo hogar de Zee. Pasaba su tiempo junto a la cama de Nunew, sosteniendo su mano y rogando que abriera los ojos. Se había olvidado de todo lo demás; no existía nada más que Nunew. Solo se alejaba cuando era absolutamente necesario, prometiendo regresar tan pronto como pudiera.

Buscaba mil maneras de ayudar a Nunew a recuperarse. Le hablaba a pesar de que él estaba dormido, le contaba historias y le ofrecía ánimos, instándole a ser fuerte.

Al mismo tiempo, se sentía abrumado. Las pocas veces que lograba conciliar el sueño, revivía el día del accidente, recordando la reacción de Nunew ante su propuesta de matrimonio, cómo eso lo había alterado y lo había llevado a huir.

¿Te casarías conmigo? 

No.

No, no, no. ¿Cuántas veces había escuchado esa respuesta? Demasiadas para contarlas, de su familia, compañeros y supuestos amigos.

“Nadie podrá amarte, Zee.”

Eran las palabras que resonaban en su mente, pronunciadas por alguien que, se suponía, debía amarlo. Desde entonces, se repitió esa frase cada día de su vida, hasta que conoció a Nunew.

Ese chico, que se convirtió en su mejor amigo y luego en su novio, fue la única persona capaz de sacarlo de su miserable realidad y llevarlo a un mundo muy diferente.

Aquello le provocaba sentimientos encontrados, pues nunca había recibido tanto amor de esa forma. No tenía idea de cómo demostrar que sentía lo mismo.

De nuevo, la imagen de Nunew invadió su mente: sus hermosos ojos llenos de lágrimas, mirándolo con tristeza, su voz quebrada pidiendo que lo dejara ir, y la respuesta que salió de su boca con tanto dolor. ¿Acaso había lastimado de nuevo a quien más amaba? No lograba entender nada, nada más que...

Tú tienes la culpa.


























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Tardecito pero seguro, no juzguen tanto a Zee, él también necesita amor 😔

Pd: Mañana capítulo especial de Trouvaille 👀
🪐✨

𝙃𝙤𝙬 𝙔𝙤𝙪 𝙁𝙚𝙚𝙡 I ✰ zᥱᥱᥒᥙᥒᥱᥕ │✘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora