❝ TaeHyung ama a los niños pequeños, son su felicidad más grande. Pero no ha tenido la oportunidad para tener sus propios hijos. Para reemplazar ese espacio vacío en él, decide abrir una guardería junto con su mejor amigo JiMin.
Ahí es donde conoce...
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JungKook bajó por Woonnie, aún dormidito lo tomó en brazos y lo subió a la habitación en donde dormirían ambos, antes de subir las escaleras no pudo evitar mirar a la cocina, en donde estaba TaeHyung limpiando y preparando algo. Hizo una mueca, y subió.
Recostó al pequeño en la cama, con cuidado lo intentó cambiar de ropa sin despertarlo del todo, Woonnie abría los ojitos de vez en cuando por los movimientos provocados por su papá.
— Shhh... Duerme mi vida. Solo te cambiaré de ropita para que estés más cómodo y te dejaré de molestar — dijo en voz baja.
Woonnie volvió a cerrar sus ojitos, dejándose cambiar. JungKook pudo terminar, volvió a tomar en brazos a Woonnie, hizo las sábanas a un lado, lo recostó y cubrió con las sábanas. Se quedó sentado a un lado de él, dándole caricias en el cabello mientras se dormía.
En todo ese tiempo, pensó en la actitud de TaeHyung, y por qué cambió su estado de ánimo repentinamente a uno triste. Quería ayudarlo, demostrarle que tiene a alguien en quien confiar y que lo apoyará en lo que sea que le pase.
Dejó de hacerle cariñitos a Woonnie cuando escuchó que su pequeño tenía una respiración tranquila, y profunda, esa que le decía cuando estaba dormido, muy dormido. Se levantó, con cuidado de no moverlo y despertarlo, le dio un besito en su mejilla antes de salir de la habitación.
Escuchaba ruido en la cocina, dándole por entender que TaeHyung seguía ahí, distrayéndose. Bajando por las escaleras pensaba en las palabras que le diría, tenía miedo de arruinar y hacerlo peor.
Asomó su cabeza por el marco a la entrada de la cocina, ahí estaba TaeHyung cocinando lo que parecía algún postre. Entró a la cocina.
— TaeHyung... — lo llamó con cautela.
TaeHyung dejó a un lado la mezcla de pastel, poniendo su atención en el castaño.
— ¿Pasa algo? — fingió una sonrisa.
JungKook se acercó más, quedando a un metro de distancia.
— Mejor dicho... ¿Te pasa algo? — lo miró preocupado — Cambiaste de un momento a otro tu actitud brillante a una apagada, ahí en el piso de arriba. ¿Estás bien?
TaeHyung se quedó mirándolo a los ojos, guardándose las ganas de romperse ahí mismo con él, no quería que JungKook lo viera destrozado por algo que debería estar superado, pero algo como eso no es fácil de dejarlo pasar.
— S-Sí, no es nada de qué preocuparse — volvió a su cocina — Estoy haciendo pastel, si quieres puedes tomar un pedazo cuando termine o mañana por la mañana.
— Gracias, lo tomaré en cuanto termines — sonrío. Posó su mano encima de su hombro — TaeHyung, si quieres hablarlo, en el momento que quieras, puedes hablarlo conmigo. Tienes a alguien que te quiere y quiere apoyarte en lo que sea que pases, sobre todo quiero escucharte y que tú estés bien. Así que sabes que, si necesitas desahogarte, estaré para ti, ¿sí? — pasó su mano por la mejilla de TaeHyung.
