𝟐.- 「 𝐜𝐚𝐧'𝐭 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐲 𝐞𝐲𝐞𝐬 𝐨𝐟𝐟 𝐲𝐨𝐮 」

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𝑩𝒖𝒄𝒌𝒊𝒏𝒈𝒉𝒂𝒎, 𝟏𝟖𝟏𝟑
𝑽𝒊𝒆𝒓𝒏𝒆𝒔 𝟏𝟗:𝟒𝟔

- Audrey Evangeline Harrison Cifuentes. Aquí, delante de tus padre, te concedo en honor de ser mi esposa y gobernar junto a mi cuando nos unamos en sagrado matrimonio, ¿aceptas?

En ese momento todo parecía ir en cámara lenta desde la perspectiva de Audrey. Reiner se encontraba con una rodilla posando en el suelo mientras que la otra se encontraba flexionada, sosteniendo con ambas manos una pequeña caja de terciopelo azul oscuro, dentro de esta un anillo de plata con un diamante enorme en el centro, sin duda el sueño de cualquier mujer pero para Audrey, su pesadilla

- sería un honor- respondió con una sonrisa en el rostro, creo que sobra decir que aquella sonrisa solo era una coraza para ocultar su verdadero sentimiento en ese momento-.

Reiner le colocó delicadamente el anillo y la beso, beso que Audrey correspondió. Al instante el salón estalló de aplausos ya que la principal preocupación de sus padre en ese momento era lo indispuesta que estaba su hija al compromiso, al ver que aceptó la propuesta de Reiner las aguas se tranquilizaron para ambas familias sin saber que pronto vendría una tormenta.

- Esto merece una celebración- exclamó el padre de Audrey- Mañana en el cóctel a la media noche anunciaremos tu compromiso con Reiner-.

- A penas regresemos al Reino empezaremos con los preparativos para la boda- exclamó Elizabeth . Si bien la distancia no era tan larga si era algo lejos, más o menos unas 5 horas a caballo, pero eso a quien le importa cuando viajas en un carruaje forrado en oro con toda la comida que desees.

Luego de ello terminaron de comer y se dirigieron al salón principal en donde celebraron el acontecimiento reciente y al parecer las cosas mejorarían y más para los Harrison.

- Familia, aprovechando que casi todos estamos reunidos aquí a excepción de Harry, me gustaría dar una gran noticia- mencionó Darell levantándose de su asiento con una copa de vino en la mano-.

- Clarisse y yo seremos padres-.

El salón volvió a estallar de felicidad y todos se acercaron a felicitar a los futuros padres. Al parecer todo iba de maravilla, Harry se encontraba en el reino leonhart habriendo nuevos puntos de venta y expandiendo el negocio familiar, Audrey y Reiner oficialmente estaban comprometidos y Darell sería padre, era demasiado bueno para ser verdad.
                           
***

Al día siguiente Audrey se despertó peor que nunca, no porque estuviera mal de salud o algo parecido, la razón era más que evidente,prácticamente se había condenado a sí misma a una vida llena de tortura y tristeza. Pero se acercaba el otoño su época favorita del año,una época en donde llega tanta inspiración a su cabeza que lo retrata en pintura. Unos toman para olvidar la pena, otros fuman, pero ella pinta y así era su manera de desahogarse.

Al ser de mañana bajo despacio para no despertar a nadie y mucho menos a la servidumbre ya que estos debían informar cualquier acción que haga la joven, inclusive la más mínima que sea. Se dirigió a su Studio de arte el cual quedaba en el segundo piso y así comenzó a pintar, plasmó todo lo que sentía en lienzo, la ira que sentía al no poder enfrentar ni hacer nada para defender su mano y a la vez la tristeza que la rodeaba de no poder hacer nada.

Algo que a ido con Audrey toda la vida es su pasión por el Arte, desde niña es fan de ello y a sus 14 comenzó a asistir a clases privadas en el palacio de Bellas Artes en Gran Bretaña, así ella se desahoga, trazando pinceladas Mientras intentaba plasmar un sentimiento. Siempre soñó con abrir su propio studio y pintar a la gente más reconocida de todo Buckinngham incluso hasta del extranjero, si bien esto podría ser posible debido a su posición, sabia que era imposible y ese obstáculo tenía nombre, Edrick Harrison, su padre. Era un sentimiento único el que sentía cuando pintaba hasta que alguien tocó la puerta.

Fairytale | Eren Jaeger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora