An impossible dream

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~El otoño de Hawkins~

Era otoño y yo estaba en un coche, con mis hermanos, mis padres y obviamente Oreo, mi más preciado perro. Íbamos de camino a Evansville. No cruze ni tan solo una palabra con mis padres ya que había discutido con ellos, ¿acaso querían que perdiera a la poca gente que me ha tratado mínimamente bien y yo no me enfadaría?, creo que la respuesta es clara.

-Mat, dale al perro de la comida que esta en tu mochila

-Hazlo tu Adara- rechistó mi padre. A lo que yo solo suspiré cogí la comida y le di a Oreo.

Estaba mirando las gotas caer apoyada en la ventana cuando veo el cartel de Hawkins.

-¿Qué, a dónde vais?

-Hija, te juro que no ha sido mi idea, lo siento pero no puedo hacer nada más, lo he intentado- los ojos de mi madre se empezaban a tornar cristalinos.
El coche estacionó unos metros a continuación del cartel que daba entrada al pueblo.

-Baja

-¿Qué?

-Que bajes. ¿Acaso no lo has escuchado? Baja Adara

-¿Que haces? ¿P-Por qué?- mi padre bajo furioso del coche y abrió mi puerta y tiro de mi brazo haciendo que saliera y abrió el maletero tirando mi mochila y la maleta al suela de manera brusca.

-Buscate la vida, trabaja y estudia por una puta vez en tu vida

-¿Mamá, que pasa por qué lloráis tu y Adara? - preguntó Mar dulcemente junto con Brayan, mis hermanos pequeños con apenas 5 años.

-Por nada, no te preocupes

-¡Adara!- gritó atra vez del cristal mi hermano Matheo de 8 años.-¿que te pasa?-
Finalmente mi padre se metió al coche y arrancó y se marchó a no se dónde. Yo no podía parar de llorar, por esto, por oreo, por que haría ahora perdida aquí debajo de la lluvia y sobre todo por mis hermanos y mi madre. Eran una de las cosas que más apreciaba de mi vida y se fueron, ni me pude despedir. Eso me ardía y también me dolía saber que me dejaron aquí aún sabiendo lo que pasaban los ataques, los desmayos y todo ese rollo raro que por algún motivo nunca les llegue a explicar. Y que bien, que es ese instante, en el peor momento de mi vida, me desmaye.

Cuando desperté me encontraba tumbada y bastante cómoda con los ojos ardientes de tanto llorar. No entendía por que estaba tan cómoda si lo último que recuerdo es yo en un bosque. Asi que abrí los ojos para sacarme la duda y un escalofrío enorme recorrió todo mi cuerpo al ver a 1 chico alrededor mía dando vueltas mirándome fijamente. Pegué un salto y me tape con las mantas pensando en que ese sería un gran escudo.

-Ey... Tranquila.- me destapé un poco y vi que me lo dijo un chico con pelo rizado y castaño, con una camisa donde ponía "club infernal", parecía aterrador y eso solo hizo que me asustará más.