Con los primeros rayos del sol golpeándole el rostro abandonó la cama y se calzó sus botas negras. Era de las pocas veces en que se había despertado temprano, pero la ocasión lo ameritaba. Tenía siete horas para llegar al salón donde se uniría con el amor de su vida, o el que creía que era.
Inhaló profundamente, cerró los ojos y visualizó su hermoso traje escarlata que le esperaba en su armario. Volvió a abrir los ojos ahora con una sonrisa decidida.
—Buenos días —saludó cerrando la puerta. Se aseguró que llevaba las llaves de su "bebé" y levantó la mirada—. ¡Tú!
La sonrisa del grandulón le revolvió el estómago.
—Tushy. ¡Qué sorpresa verte aquí! —dijo contento subiéndose la bragueta de sus viejos vaqueros.
Hyungwon reconoció un par de arañazos cruzando el pectoral izquierdo y varios chupetones a lo largo del cuello y el hombro.
—¿Qué? ¿Te encontraste con el chupacabras?
Hoseok bajó la mirada y se echó a reír.
—Eres muy observador, Tushy. ¿Qué otras cualidades?
—Mmmh, veamos —entrecerró los ojos y recargó su peso en una pierna—. ¡Oh, lo tengo! Soy muy bueno cortando penes chicos.
Las venas se marcaron en los brazos gruesos de Hoseok. Inclinó su rostro deteniéndose a centímetros de Hyungwon.
—¡Qué suerte que el mío no es... —susurró mirando hacia abajo—, pequeño!
Hyungwon empleó sus manos para empujarlo fuera de su espacio personal.
—Aléjate, imbécil —ordenó caminando hacia las escaleras. Se detuvo en el primer escalón y miró hacia atrás—. Algún día tendrás que evolucionar lo suficiente para darte cuenta de que la intimidación no funciona como coqueteo.
Asintió para sí mismo y bajó las escaleras de dos en dos gracias a sus piernas largas.
—Buen día, Señor Chae. ¿Tan pronto se va?
El dulce saludo de la señora lo detuvo de abrir la puerta. Se volvió hacia ella y no pudo evitar mirar hacia el segundo piso. El camionero lo miraba con una ceja enarcada y una sonrisa coqueta.
—Sí, lo siento, señora Jung. Tengo un compromiso muy importante.
—Entiendo —dijo. Abrió un frasco de galletas de mantequilla y puso varias en una bolsa de papel—. Toma, para que comas algo en el camino.
Hyungwon se acercó impresionado por la amabilidad de la mujer y le agradeció sinceramente.
—Mucha suerte, hijo. Espero que encuentres el camino a tu hogar.
—Adiós, Tushy —formuló con los labios Hoseok desde el segundo peldaño.
El alto asintió hacia la señora Jung y salió de la posada. No esperó más tiempo para montar su motocicleta y volver al camino. Las palabras de la amable mujer resonaban en su cabeza. Extrañamente, sentía que tenían otro significado, uno más profundo.
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Delivery (2won)
Truyện Ngắnᴅᴇ ᴀᴍᴏʀᴇs ǫᴜᴇ ɴᴏ ᴅᴜʀᴀʀᴏɴ ᴅᴇ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀs ǫᴜᴇ sᴇ ʀᴏᴍᴘɪᴇʀᴏɴ ᴅᴇ ɪʟᴜsɪᴏɴᴇs ǫᴜᴇ sᴇ ᴇsғᴜᴍᴀʀᴏɴ ᴘᴇɴsé ǫᴜᴇ ɴᴜɴᴄᴀ ᴇɴᴄᴏɴᴛʀᴀʀíᴀ ᴀ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ǫᴜɪsɪᴇʀᴀ ᴀ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴇɴᴛᴇɴᴅɪᴇʀᴀ ᴀ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ʟʟᴇɴᴀʀᴀ ᴘᴇʀᴏ ᴇʟ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ ᴍᴇ sᴏʀᴘʀᴇɴᴅɪó ʏ ᴍᴇ ᴘᴜsᴏ ᴇɴ ᴛᴜ ᴄᴀᴍɪɴᴏ ʏ ᴅᴇs...