⚠️ No reason 🛑

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Los rostros jóvenes, las miradas de asombro, los cortos murmullos e incluso las risas, lo llevaban de vuelta a su etapa de estudiante

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Los rostros jóvenes, las miradas de asombro, los cortos murmullos e incluso las risas, lo llevaban de vuelta a su etapa de estudiante. Alguna vez, hace cinco u ocho años, él también estaba sentado en una butaca con un cuaderno y pluma en la mano luchando por no quedarse dormido mientras el chef explicaba la clase.
La ignorancia y el poco interés a los conocimientos que le eran cedidos, muchas veces lo llevaron a gritar de frustración cuando le era rechazado un platillo.

«De los errores se aprende »

A prueba y error descubrió su verdadera vocación y por ello, ahora se encontraba delante de casi cien estudiantes narrando su experiencia detrás de la barra.

—¿Alguna pregunta? —sonrió moviendo su mirada por el recinto.

Cómo era de esperarse, muchos alumnos que cuchicheaban callaron al escuchar su potente voz, debía darle crédito al encargado del audio y sonido.

Solo una chica levantó la mano. Castaña, metro sesenta cinco, aproximadamente, piel pálida y de extrema delgadez. La palidez de su rostro y la sonrisa forzada delataba su esfuerzo por aprender y demostrar su desempeño en la cocina.

—Adelante —usó su mano derecha para peinar su cabello hacia atrás y por inercia, levantó el mentón. Dejó que su otra mano continuara dentro de su pantalón de cuero y alzó los hombros para acomodar su chaqueta negra.

Tuvieron que pasar casi dos minutos para que la chica reaccionara y recordara la pregunta.

—¿C-cómo supo que quería ser chef?

Hyungwon alzó los cejas y rió por lo bajo.

Una pregunta sencilla, directa, concreta...y estúpida.

Los labios gruesos del atractivo hombre se humedecieron en un rápido movimiento de su lengua y su cabeza se sacudió.

—Cuando te vi pensé que tendrías una buena pregunta por hacer —recorrió el auditorio con la mirada y enarcó una ceja—. ¿Alguien más?

Todos guardaron silencio y la chica de pie mordió su labio inferior queriendo escapar de la vergüenza.

—Hyungwon, no seas un idiota —el hombre bajo el escenario le hizo señas para que bajara pero Hyungwon fingió no verlo.

—¿Nadie?

El alto resopló. Caminó de regreso al pequeño escritorio tras de sí, cogió el celular que estaba ahí y leyó el único mensaje, importante, que tenía.

El paquete está aquí.

Por un momento olvidó la charla y se visualizó en su hogar como niño pequeño revisando el interior de la caja que tanto había esperado.

—¿Hyungwon? ¿algo más que agregar? —Kyung Soo había subido para salvar a su estudiante y para sacar, diplomáticamente, a su amigo del escenario.

Delivery (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora