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cap 11💕

Soltando un bostezo Yuta echo su cabeza contra el respaldo de la cama, quiso moverse, pero los dos cuerpos que permanecían sobre él se lo impedían, Taeyong y Ten dormían plácidamente abrazados al cuerpo del japonés sin intenciones de soltarlo, el japonés hizo un intento por alcanzar su teléfono que permanecía en la mesa de noche, pero le fue imposible realizar tal tarea teniendo a esos dos prendidos como koalas.

No podía quejarse, le gustaba despertar cada mañana de ese modo más ahora que se había vuelto casi una rutina el despertar junto a Taeyong y Ten, no supo en qué momento paso, por alguna razón ambos chicos pasaban más tiempo junto a Yuta, Ten prácticamente se quedaba casi toda la semana en su casa como también a dormir y por supuesto que eso significaba pasar noches tras noche teniendo sexo con el japonés. Para Yuta eso no era un problema, le fascinaba complacer a sus chicos en la cama, podían estar horas con ambos en la cama teniendo sexo salvaje y descontrolado y ya hasta se había vuelto una rutina el despertar cada mañana junto a esos dos, también era de ayuda cuando se encontraba estresado y necesitaba descargar sus ansias con sexo.

Por supuesto que no todo era sexo, a decir verdad se la pasaba bien con ambos, también podían simplemente abrazarse y ver películas juntos, salían al parque o de compras y por supuesto también a fiestas solo que ahora Taeyong y Ten no buscaban ligar o coquetear con ninguna otra persona, toda su atención era para Yuta y eso al japonés le motivaba a seguir con sus intenciones de conquistarlos. No quería tener únicamente a uno, por qué conformarse con uno solo si podía tener a ambos, tal vez sonaba un poco pretencioso y egoísta querer tener ambos, pero Yuta no parecía verle el problema, los tres parecían encajar perfectamente bien juntos, ambos chicos tenían personalidades tan distintas, únicas y encantadoras, a Nakamoto Yuta no había nada que le disgustara de Tae y Ten.

—Amgh... ¿Qué hora será?— pregunto Yuta entre bostezos, estiró su cuerpo escuchando las protestas de los otros dos.

—A quien le importa que hora es... Mejor sigamos durmiendo — se quejó Ten apretando sus párpados.

— Mhh... Concuerdo, estoy muy cómodo aquí — sonrió Tae repartiendo besitos perezosos sobre su pecho, lentamente comenzó a restregar sus piernas metiéndole entre las de Yuta y rozar su rodilla contra la entrepierna del mismo.

—¿Qué están haciendo? — se rio sabiendo de antemano la respuesta, siseo cuando Chittaphon deslizó su mano por su torso hasta llegar a entrepierna la cual acaricio por sobre la tela de sus bóxeres.— les recuerdo que tenemos clases...— murmuró ronco, sintiendo cuando Taeyong beso y mordió su mandíbula.

—Esto es mucho más divertido.— Susurro juguetón Chittaphon mientras dejaba que su lengua jugar con el lóbulo de su oreja. Yuta Soltó un suspiro haciendo el intento por levantarse de la cama, pero ambos chicos tiraron de él para volver a recostarlo.

— no te vayas Yuta — dijo Tae en un llanto falso, se aferró a su pecho y comenzó a repartir besos perezosos por su cuello.—Quédate aquí con nosotros a jugar.

—Como podría yo negarles algo — sonrió besando los labios del tailandés por unos minutos para luego repetir la misma acción con Tae — pero que sea rápido — siseo ronco cuando sintió las manos del coreano deslizarse por su abdomen bajando por su entrepierna hasta por debajo de la ropa y comenzó a frotarlo con lentitud.

— ¡no es justo! Me gusta disfrutarte— Ten hizo tierno un puchero el cual Yuta beso.

— hoy se supone que tengo entrenamiento, llegaré tarde, cansado y probablemente el entrenador me regañe... Todo por complacerles — gruñó observando como Chittaphon dejaba un camino de besos húmedos descendiendo lentamente su cabeza hacia abajo.