Capítulo V

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Capítulo 5: En otro universo, quizás, nada de esto habría ocurrido. Pero en este lo hizo, y para Harry eso significar algo

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— ¿Pudiste domar al tuyo? —le pregunta Ginny cuando se vuelven a ver.

— Creo que es un trabajo en progreso.

— ¿La alargamos hasta el mes que viene? Mi novata sigue siendo arisca como el cemento.

— Por favor.

Ginny se deja caer en la silla de la cafetería empotrada en una esquina, que es la que a ella le gusta porque no da el sol.

Harry prefiere las del medio.

— No puedo creer que el legendario Draco Malfoy te vaya a dar todo un mes —bromea Ginny.

Harry sube y deja caer sus hombros.

— No es tan malo, y es especialmente blando durante el almuerzo.

— ¿Draco es blando?

— Lo entenderías si estuvieras ahí. Pero basta de mí, ¿como ha ido todo?

Alegremente Ginny habla de lo bien que le ha ido a la tienda de Sortilegios Weasley, del nuevo trabajo de Luna, de que piensa cortarse el cabello.

Harry solo la escucha parcialmente.

¿El almuerzo de mañana iba a ser pescado?

...

No cree que signifique nada que la mitad de sus pensamientos fluyan a las horas del almuerzo, a las quejas acaloradas del que lo sirve, a las estatuas que se acomodan en sus zapatos y cuya presión hace que cuando se levante sienta un frío.

Simplemente le gusta comer y le gusta el ambiente.

Y las historias. Y las competencias imprevistas. Y que el resto del mundo parece estar en pausa, con todo y el trabajo en la oficina.

Durante este tiempo aprende de todo. Que Draco tiene un traje formal para cada día de la semana, que tiene una caja de tinte en el baño por si le sale una cana un día, que está pensando en dejarse crecer el cabello a la altura de la mitad de la espalda.

Y su favorito:

Draco no compró las estatuas de piedra que lo siguen a todos lados.

— Jamás habría animado a una cosa deforme que no puede doblar el cuerpo. Son patéticas —escupe Draco con molestia, pero contrario a su voz, amablemente tiene a una de las estatuas (la que es una serpiente) en las piernas y le está arreglando una grieta que se le hizo entre caricias y regaños suaves.

"Si no te preocupas por ti mismo estás descuidando lo más importante", le dice, "ten dignidad y él resto te la dará". La serpiente saca su pequeña lengua viperina y se empuja contra la mano de Draco en busca de caricias.

La escena se enriquece de la luz entrando por las ventanas y del suave sonido de la lluvia escampando. Para cuando Harry se da cuenta, lleva minutos enteros solo observando a Draco arreglar a la estatua.

Apoya su mentón sobre sus manos en la mesa ya vacía y pregunta cómo es que terminó con ellas si es que no las compró.

— Me las dio Astoria. Detestaba la idea de que yo estuviera solo en este lugar terriblemente grande.

— ¿Es una especie de código? ¿Qué es una Astoria?

— Mi ultima pareja sentimental. Me los dio cuando me dejó.

A Harry No le Pagan lo Suficiente // Harco - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora