Capítulo XIII

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Palabras: 13301

O 40 paginas.

O muchas horas de trabajo y algo que pudieron ser francamente cuatro capítulos ya muy largos en sí mismos, pero pregunte a la dueña de esto, mi hermana, si lo dividía o no y ella dijo que no, así que ahí dejo esta verborrea.

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Capítulo 13:

El efectivo programa de cinco pasos de Harry Potter para sobrevivir a la realización de sus propios sentimientos por Draco Malfoy y no enloquecer en el proceso

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Harry Potter comiéndose las uñas durante cinco pasos y Draco Malfoy siendo la pesadilla de su existencia sin siquiera intentarlo

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Paso 1: "¿Quién no ha visto a un compañero ebrio besando a otro? Es solo cosa de un momento. De machos incluso, diría yo"

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La negación


Aquí hay asuntos a considerar.

Que si Harry no estaba ni cerca de estar ebrio, que si se cortaría el brazo antes de besar a Ron o a cualquiera que no fuera Draco, que si hasta hoy siempre pensó que esa frase era para los que estaban clavados en el fondo del clóset y bla, bla, bla. Cosas que dirían solo los envidiosos de mente estrecha e inseguros de su heterosexualidad.

Porque está seguro de que fue cosa de solo una vez, como si una parte de sí se hubiera emborrachado con la comodidad de ese desayuno y solo de esa partecita fuera la culpa. Es algo que no pasará de nuevo. Está seguro y no tiene que cambiar nada de su vida solo por una neurona borracha.

En especial, no tiene que renunciar a Draco solo por un desliz mental. Felizmente, Harry sacude su mano en dirección a su mesa habitual ya ocupada por una persona. Está bien. Todo está bien. Es un día como cualquier otro.

El menú del día es como siempre grasoso, por lo que el aroma a aceite se escapa desde dentro de la cocina y casi todas las mesas cercanas a la barra están desocupadas, los clientes se han relegado al fondo, donde el aroma no llega con tanta fuerza y pueden ignorar la bomba que amenaza con taponar sus arterias.

Como todos ellos, Draco ha tomado una mesa en la esquina, y su nariz está adorablemente fruncida mientras golpetea en la mesa con sus dedos.

— Siento la tardanza.

— Debimos ir a mi casa —simplemente escupe Draco, ignorando la disculpa de Harry—. Esta comida no debe cumplirlos estándares mínimos de salubridad y... —las cejas de Draco se fruncen repentinamente—. ¿Qué haces?

Harry observa la silla que ha tomado entre sus manos y que ahora se acomoda del otro lado. Ya que es una mesa para dos las sillas se encuentran paralelamente, como si quisieran que las dos personas se enfrentarán. Es, por supuesto, la acomodación habitual y siempre le ha funcionado a Harry.

A Harry No le Pagan lo Suficiente // Harco - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora