tu mirada,
encendida como una estrella,
hasta que explosionó.
siendo así
una estrella muerta,
sin brillo
y sin color.
esos ojos
cuyo color era un festival,
de repente,
oscurecieron
sin decir adiós.
y sí,
me costó.
pero cuando me fijé en los míos
estaban peor,
ya que no levantaban la vista,
por el odio y el rencor.
y sí,
me costó.
pero por fin puedo decir,
que otras personas
hicieron resucitar el sol.
JM.-
05/09/2022