EL FIN DE LA ERA OSCURA.

Final anunciado

INTRODUCCIÓN:

La Edad Oscura, un período histórico que se extiendedesde el siglo V al XI, está marcada por la caída delImperio Romano de Occidente y la aparición de losreinos germánicos en Europa. El término "EdadOscura" alude a la falta de fuentes escritas y almisterio que envuelve muchos aspectos de esta época.En medio de aquel abismo de ignorancia y prohibición,los libros emergieron como faros de conocimiento,aclarando el camino hacia un renacimiento cultural ysocial. Ahora, en un futuro distópico, una nueva "EraOscura" se cierne sobre la humanidad. La esperanza seposa nuevamente sobre las prohibidas páginasescritas, como si fueran los últimos vestigios de la luzque alguna vez iluminó las mentes del pasado.

"No sé con qué armas se combatirá la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras"

Albert Einstein.

Año 2372

Matías despierta sobresaltado, sacudido por ese sueño recurrente que lo persigue noche tras noche. Parpadea desorientado y para su sorpresa, se descubre dentro de una cueva. Aunque lo que ve le parece insólito, comprende que no es una extensión de ese sueño, es una realidad tan extraña como cierta. Recuerda vagamente cómo llegó al lugar y ese sentimiento de angustia que se apropió de su estado de ánimo el día anterior, lo invade nuevamente.

Se sienta al pie de una antigua fogata extinta con una manta envolviendo su cuerpo. El amanecer se abre paso y los primeros rayos del sol se filtran tímidamente aclarando la entrada, aún así, todavía hace mucho frío para aventurarse al exterior. Respira a través de la máscara de oxígeno, por unos segundos y luego se la quita. Observa el medidor en el tubo y un tanto preocupado advierte que sólo le queda poco menos de medio tanque.

Enciende su teléfono celular, un aparato transparente casi en su totalidad, reminiscente de una placa de acrílico, un modelo obsoleto de 2032. En él, una foto junto a sus padres de su última visita al parque Urquiza cobra vida. Se sumerge en recuerdos de un tiempo feliz, donde el aire era respirable y el verde del césped, los árboles y el canto de los pájaros eran parte de la cotidianidad. Añora esos días. La nostalgia lo invade por un momento y se le escapa una lágrima que se apresura a secar con el dorso de la mano, en un gesto de resiliencia ante la nueva situación que debe enfrentar.

Desliza su teléfono dentro de la mochila y se sumerge en un mar de pensamientos. La aceptación de su realidad actual aún le pesa, una realidad que se ha torcido en una pesadilla vertiginosa, distorsionando lo que hasta hace poco era la visión de una vida perfecta. Aquel delicado balance, la armonía entre sus sueños y su existencia cotidiana, adornada con la promesa de un crecimiento personal, un propósito definido y lazos profundos, se ha desvanecido en un abrir y cerrar de ojos.

Enrolla la manta con determinación y junta sus pocas pertenencias. Se coloca la máscara de oxígeno y sale de la cueva.

El paisaje rocoso y la inmensidad del desierto se extiende ante él advirtiendo lo inhóspito y difícil que será su camino.

Todavía no hace calor. Está agradable para empezar a caminar. Sube la capucha de la campera y continúa su viaje un paso a la vez, en busca de respuestas y de su destino.