Jennie es hija del emperador de un gran pueblo de corea, en una visita a la feria con su prometido divisa una venta de extranjeros, en pocas palabras prisioneros, y es así en dónde en un acto de empatía compra a una muchacha maltratada pero encantad...
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Llegamos cansados ese día, fue agotador encontrar el vestido ideal, y después de encontrarlo tuvimos que buscar atuendos para Lisa para el día de la boda.
— ¡Llegamos! - Dije en voz alta cuando yo y Mako llegamos a casa
— ¡Jennie! ¿Encontraron el vestido ideal? - Preguntó Lisa
— Sí, así es. Y trajimos algo para ti. -Dije mientras le entregaba una bolsa con diferentes atuendos — Compré los más hermosos, pruébatelos y escoge el que más te guste.
— Wow, todo esto es ropa de diseñador... -Dijo Lisa hojeando las prendas
— Claro que sí, ¿Cómo esperabas asistir? - Reí
Mako dijo que iba a comprar comida puesto a qué ya era muy tarde como para cocinar, y que todos estaban muy cansados para hacerlo, dijo que en su ausencia podrían probarle a Lisa la ropa, debido a que estábamos entre mujeres.
— Bien Lisa, probemos este vestido color vino primero... -Dije yo entusiasmada
Lisa se probó un vestido corto sin mangas color uva, era pegado y de un material suave, ella se veía muy linda.
— Siendo sincera, te ves increíble, pero aún faltan algunos atuendos más...
Lisa se probó un vestido verde largo, también sin mangas pero con escote leve, pegado al torso y suelto por la cadera. También se probó un vestido celeste con acentuación a las caderas y con mangas infladas. Luego se probó un vestido gris mediano con brillo en el torso, el vestido venia con unos guantes de seda. Se probó todos los atuendos que compré, y ella dijo que no podía decidir.
— No lo sé, es abrumante, todos los vestidos son muy lindos.
— Cuál sea el que elijas te quedará bien.
— Ya tendré la decisión lista para ese día, eso es seguro. - Dijo Lisa guardando la ropa. — Gracias por tomarte el tiempo de hacer que esto funcione, espero poder pagarte económicamente algún día todo lo que gastaste en mí.
— No te preocupes por eso, el dinero no tiene valor para mí.
Mako entró a la casa con bolsas de comida, se notaba que era comida callejera, desprendía un olor muy apetitoso que salía de mi dieta real.
— Miren, compre esto en la feria, tienen que probarlo esto es de lo mejor.- Dijo Mako, y así, finalizando el agotador día con una comida exquisita.
Un día después:
Le cortamos el cabello largo y maltratado, estuvo el día entero con un tratamiento de agua de arroz para de aparentar un cabello bien cuidado y fino, le funcionó bien, ella se veía como alguien con clase, nadie se imaginaria que fue una esclava extranjera.
Viernes, Mako llegó a casa de manera imprevista.
— Jennie, me llegó una carta de tu padre a mi casa. - Dijo Mako
