París III

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A N D Y ' S P O V

La tarde había sido fantástica. Calum se enfadó con Luke y conmigo por no esperarlo para ir al último piso accesible de la Torre Eiffel y se quejó porque se topó con una chica muy desagradable. Igualmente entendió que quisieramos estar solos un rato y tan solo estuvo mal unos minutos, después le invitamos a helado y todo se solucionó. Encontramos a Ana y Michael justo a la hora a la que habíamos quedado y salimos a visitar la ciudad. No paramos en los museos ya que tomaban mucho tiempo (aun que ganas no faltar). Así que nos limitamos a caminar y observar monumentos importantes y alguna que otra cosa relevante, como el Arco del Triunfo. París en sí era una auténtica maravilla y si por mi fuera quedaría de por vida allí, con ellos.

Hubo un par de ocasiones en las que unas fans se les acercaron muertas de amoción y comenzaron a adularles. Ellos en un principio fueron algo cortantes por el hecho de que nos habían estropeado ya nuestro día turístico, pero después se calmaron y fueron amables y se hicieron fotos. Con eso se conformaron y esperamos que no publicaran nada por el momento, así no llegarían más.

Fuimos a cenar sobre las ocho y media. Comimos comida rápida, como solíamos hacer siempre en todos lados -aún me pregunto como los chicos no estaban como bolitas, sobre todo Michael, se pasaba comiendo-. Yo notaba que había engordado un poco.

Tras la cena fuimos de fiesta. Pero no a una fiesta pequeña, no, no. Los chicos no tenían suficiente con ir a la de mañana, la contigua a los premios, si no que también hoy querían una fiesta a lo grande. No sé como se enteraron dónde era, pero a las once de la noche (tras dar un largo paseo, nos perdimos unas cuantas veces hasta llegar a la calle correcta ya que nuestro Internet iba mal y Google Maps también) nos encontramos con un grandísimo local lleno de cuerpos en movimiento.

Lo primero que pude pensar fue "wow". Aquello era otro mundo; era cualquier fiesta que hubiera visto cuatro veces más grande. No me esperaba tanto movimiento en París.

-¡Esto es enorme! - Grité a Luke.

-¡Lo sé! - Respondió pasando un brazo suyo por mis hombros. - ¡Voy a por bebida! - Anunció a todos.

-¡Yo te acompaño!

La música estaba alta, sonaba un nuevo tema de Iggy. Pasamos dificultosamente entre las personas que estaban bailando hasta llegar una zona más calmada, en la que había múltiples sillones y asientos con mesas para descansar o charlar.

Nos acercamos a la barra y Luke pidió bebidas.

-¡Esto promete! - Grité mientras un señor nos atendía.

-¡Lo pasaremos bien!

-Por su puesto que sí.

Al minuto apareció el camarero con las bebidas. Cogimos los vasos entre los dos y buscamos a los demás con la esperanza de no tirar todo mientras pasábamos entre las personas bailarinas. Dimos una vuelta por el lugar ya que no estaban los chicos en la entrada y los encontramos algunos sentados en un sofá y a los demás en el suelo frente a este.

-¡Llegaron las bebidas! - Gritó alegre Calum, se levantó del suelo y fue corriendo a quitarme un vaso de las manos. Se lo bebió de un trago. - ¡Quiero otro!

-Calum, a este paso en media hora ya estás en el suelo. - Le advertí riéndome. Él se encogió de hombros y me arrebató una botella de las manos. Rodé los ojos, puse los vasos en una mesita y después me senté en el suelo.

La primera ronda fue algo normal, aburrida incluso. Todos hablaban y reían pero no pasó nada especial. Después Ashton decidió invitar a otra ronda y fue a por más bebida. Al volver decidimos llevar todo a la pista de baile y bailar, aun que algunos se rajaron: Tori quiso quedar un poco más sentada, luego bailaría, Ashton la acompañaría y Calum quiso seguir bebiendo. Michael y Ana fueron directos sin pensarselo dos veces a bailar.

Unpredictable «5sos» #ADH3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora