01. Ney y Messi

1.2K 154 34
                                    

—Ay, no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ay, no.

Alana quería evitar hablar con su hermano, porque sabía que la información volaba y aún más lo hacían los rumores. Y los malos rumores todavía más. Como una persona que se había adaptado al estar en el ojo de la gente, ella estaba acostumbrada a que, de una manera u otra, la información sobre su vida privada se hiciera pública. Su propio hermano era constantemente criticado por eso mismo, aunque a veces Ney se pasaba un poco de mambo y hacía cagadas. Después de todo, era un hombre y Alana seguía teniendo rencor por el género masculino. No importaba que su hermano mayor fuera una de las personas más importantes en su vida, seguía siendo un hombre y siempre cometían errores.

Retomando el tema principal, ella había llegado a su departamento al mediodía, apenas había tenido tiempo de tomar unos mates (algo que había adoptado al pasar tiempo con Leo Messi), que al toque le empezaron a llegar mensajes de todas partes. Sus amigos estaban riéndose, mientras que su hermano no dejaba de llamarla por teléfono y de mandarle mensajes preocupantes. Al parecer, el fotógrafo que le había tomado unas cuantas fotos al salir del departamento de Haaland, había vendido las fotografías a la prensa. Ahora, diferentes cadenas televisivas estaban hablando de su supuesto romance con el jugador.

¿Ella saliendo con Erling Haaland? Antes prefería comer pescado crudo con un montón de ajo y gusanos. Jamás en su vida, pero jamás, iba a salir con alguien como él: una persona mala, que la hacía sentir mal y disfrutaba de provocarle enojo. El rubio estaba tachado, ni lo consideraba un hombre. Era algo así como un monstruo con forma humanoide, alguien sin sentimientos.

Los que pensaban que Erling era un androide estaban equivocados, creía que hasta un robot tenía más sentimientos que él.

—Odio a Erling Haaland, todo esto es su culpa.— se quejó ella, llevándose las manos a la cara. Bueno, no tenía la culpa de que tuviera una resaca horrible, había sido ella la que decidió emborracharse. Sin embargo, Erling tenía la culpa de haberla llevado hasta su departamento y de que ahora todos pensaran que ellos dos tenían algo.

¿Qué mierda hacía un fotógrafo afuera de la casa de Haaland? Si ni siquiera era taaaan famoso. Seguro que él mismo lo había contratado, para tratar de conseguir más fama.

Y su teléfono volvió a sonar. Esta vez, era una llamada de Lionel.

Ney y Leo eran inteligentes, y no sólo dentro de la cancha. Ellos dos sabían que Alana podía ignorar a su hermano todo lo que quisiera, porque después de todo, no era la primera vez que lo hacía y seguramente lo iba a continuar haciendo, pero una llamada de Leo y ella era incapaz de no responderla. Más cuando él siempre había sido su favorito.

Era Lionel Messi. ¿Quién le podía decir no a Messi?

Así que deslizó el dedo y puso el celular en altavoz.

—¿Hola?— saludó ella, hablando en español. Siempre que hablaba con el argentino le hablaba en su idioma. Hasta se le había pegado un poco el acento porteño, por más de que Leo era rosarino y siempre la criticaba, diciendo que ni había pasado un día en Capital, que ya había adoptado la manera de hablar.

Blank Space ⋆ Erling HaalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora