Esta es la historia de un streamer el cual sin medir sus palabras y actos termino haciendo todo lo que juro nunca hacer y por lo cual reaccionaba en sus streamings, gracias a una dulce chica a la cual las redes sociales le hicieron tanto daño que...
Teníamos planeado llevar a cabo este proyecto Pipe y yo en la Ciudad de México. Odio el frío de la ciudad, y ya se los había comentado en mi Instagram en el chat de difusión. Así que, la noche antes, entro a Twitter y veo un montón de etiquetas diciendo que Yeri también estaría en la Ciudad de México. ¿Cómo pueden estar tan al tanto de todo a cada minuto? No lo entiendo.
Pasé toda la tarde con Pipe, grabando y cocinando. La pasé increíble, pero mi energía social estaba agotada, ¿sabes? Quería llegar al hotel lo más pronto posible. Luego procedí a subir una foto para despedirme, como de costumbre.
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No pasaron ni 5 minutos y mi teléfono parecía a punto de explotar. "¿Pero qué ha pasado?", me pregunté. Luego vi que me llegó un mensaje diciendo, "Ven a los Eliot". "¿Los quiénes?"
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Cry
No sé por qué cada vez que se trata de Yeri, me vuelvo tan impulsivo. No entiendo lo que me pasa, de verdad. ¿Acaso estoy loco? Estoy agotado. Ni siquiera prendí el stream, pero pretendo ir a un evento con un montón de personas para conocerla. ¿Qué ha hecho esta señora conmigo?
Pipe: - Oye, ¿qué onda? ¿Ya te vas a dormir?
Cry: - No, de hecho, me vas a acompañar a conocer a Yeri.
Pipe: - ¿A conocer a tu novia de Internet? ¡A huevo!
Cry: - Que no es mi novia, pendejo. Es remotamente imposible. ¿Has visto lo diferente que somos? Es que de verdad, todos en internet están locos.
Pipe, mientras tanto, observa cómo Cry da mil explicaciones sin razón aparente y, dado que conoce bastante a su amigo, sabe lo que significa.
