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Me mirabas a través de la ventana, chico, llevabas observándome por un rato, te cortaré y te usaré para la cena, has alcanzado el final. Eres el ganador

Se observaba enfrente de aquel enorme espejo, se miraba bien, ni tan exagerado, ni tan simple, solo se miraba bien, pero espera ¿Como sabia que se miraba bien si ni quiera se había quitado la venda? Simplemente por su don, aun que había pasado algo gracioso, las mujeres habían corrido a los hombres de la habitación por que "no tenían gusto por la ropa", era gracioso pero no dijo nada, internamente agradecía que los corrieran ya que no soportaba ser visto por ningún hombre.

-Te miras bien, príncipe- Una voz lo hizo volver a la realidad, las sirvientes simplemente lo alagaban, cosa que le hacia ponerse rojo y nervioso ¿De verdad se veía bien?

El sonido de la puerta abriéndose hizo que todos miraran en esa dirección, un hombre había entrado, el ambiente se sintió pesado. Era el Imperio Austriaco.

Todos supieron que ya era hora, así que se despidieron del menor y salieron, dejando solo a los dos countrys. El austriaco menor simplemente se despidio de ellos con una pequeña sonrisa y movia su mano en señal de despedida. Grave error.

-¿Por que sonries? Crees que acaso son tus amigos?

-¿Que? No...solo les..-

-¿Agradecias? Por favor, simplemente hacen sus deberes, no eres tan especial como los demas Imperios, tu ni siquiera vales nada Austria-Hungria.-Esas palabras fueron suficientes para romper mas el corazon noble del menor ¿No merecia un momento de felicidad?- Ahora sigueme, si llegamos tarde sera por tu culpa.

El menor simplemente agacho su cabeza y asintio, no queria mas regaños en esos momentos, queria paz aun que sea por unos dias. Cuando reacciono, estaban enfrente de una gran puerta y al abrirla una luz lo cubrio, la musica estaba alta, las voces se escuchaban distorsionadas, su mente por un momento viajo hacia aquel dia, ese dia en que penso que iba a ser feliz ¿Por que pensaba eso? Era algo estupido, el ni siquiera merecia felicidad, no merecia nada.

Al bajar tu ventana poralizada, conduciendo hacia mí muy despacio, dijo déjame llevarte a un paseo, tengo caramelos para ti aquí adentro.

Muchos hablaban de aquel austriaco menor, lo consideraban alguien "debil" ya que, segun sus padres, habia nacido sin ojos, era gracioso escuchar aquella historia sobre su nacimiento, el como ambos lloraron al enterarse de eso pero que no fue imped...

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Muchos hablaban de aquel austriaco menor, lo consideraban alguien "debil" ya que, segun sus padres, habia nacido sin ojos, era gracioso escuchar aquella historia sobre su nacimiento, el como ambos lloraron al enterarse de eso pero que no fue impedimiento para "criarlo", si tan solo supieran la verdad.

Pudo escaparse unos momentos, ahora estaba en unos pasillos de aquel enorme castillo, sus "ojos" estaban posados en una pintura, una pintura muy bonita pero a la cual le dolia.

𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠 (𝑨𝒖𝒔𝒕𝒓𝒊𝒂-𝑯𝒖𝒏𝒈𝒓𝒊𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora