La noche cayó sobre la capital del mundo, mihrimah en sus aposentos no paraba de pensar en discusion que había tenido con su madre ¿porque no podía entenderlo? Porque era ta difícil para ella? ¿tan malo era que la sultan se enamorara?
Hasta ahora, siempre había seguido el camino que su madre trazo para ella, y hasta el momento nunca se había equivocado, había sido feliz, una adorable niñez, una linda juventud y una adultez llena de extravagancias.
Y si realmente no era su madre quien estaba equivocada, sino ella? No había motivos para creer que su madre estaba en un error. Pero algo dentro de su corazón dolía, demasiado, quería hablar con ella, quería hablar con su madre, pero estaba segura de que no la escucharía, todo sería tan diferente si su madre estuviera aquí. Sus ojos llorosos pasaron a un cuadro donde una mujer alfa de cabello pelirojo, vertido y joyas del mismo color y mirada imponente se hallaba sentada en el trono.
Se acercó lenta y cuidadosamente, hasta quedar frente a dicho cuadro, sus piernas desfallecieron dejándola caer al mármol de rodillas.
Su majestad...- hablo en un chillido casi inaudible- durante toda mi vida, no e tomado muchas decisiones excepto por mi ropa y joyas, otros siempre...decidieron por mi..quien debía ser, también como debía ser y se que....lo hicieron por mi bien, porque si lo ubiese decidido todo yo...habría cometido errores, pero esos errores habrían sido solo míos, y podría haver hallado, mi verdadero y propio camino, y mis decisiones con la cabeza en alto, pero ahora...- agachó su cabeza con tristeza mietras la lágrimas escapaba sin control- pero ahora....soy un cristal frágil que debe ser protegido y custodiado- dio un gran solloso- no puedo hacer feliz a nadie...no me conozco a mi misma- limpio sus lagrimas y alzo su cabeza dirigiendo su mirada nuevamente al cuadro en la pared- desde pequeña siempre e estado a la sombra de su amor con mi madre, ustedes siempre me negaron ese sentimiento, quizás no me comprenda...yo tampoco lo hago...
Las copas de vino hicieron estragos en su cabeza, hasta que finalmente fueron ellas las ganadoras, sumiendo a la alfa en un profundo sueño.
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.Esa misma mañana, la madre sultana estaba en sus aposentos desayunando junto a su hijo el príncipe cihanger, cuando la sultan fue anunciada.
Atención, su majestad sultan mihrimah esta aquí- cihanger se colocó de pie para hacer una reverencia a su hermana mayor, al entrar mihrimah fue directamente a la mesa donde ambos omegas estaban.
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《"light of my life》Mihrimah x Esmahan
Ngẫu nhiênY es por ti, cariño mío, que he llegado a sentir cosas que jamás hubiera imaginado. Has despertado en mi la ternura y la pasión de un alfa enamorado y no puedo y no quiero que esta sensación abandone mis huesos y mi piel. Porque tú me has enseñado a...