—Pareciera que la tierra se la hubiese tragado —exclame de forma violenta mientras tiraba todo lo que se encontraba en mi escritorio.
Es tú culpa, sí la hubiese marcado
Hubiésemos, querrás decir ¿no?
Igual es tu culpa, tendrías que haberla seguido
Theo, mi lobo interior estaba vuelto una furia, y apenas podía contenerlo, se suponía que tenía que ayudarme a encontrar a MI LUNA, pero estaba echándome toda la culpa, lo que me hacia enojar.
—Alfa, no hemos conseguido nada — esa fue la gota que derramo el vaso.
Me acerco rápidamente a él y lo impacto en la puerta, ya era muy tarde Theo había tomado el control.
—¿Qué has dicho? —dijo de forma lenta y cruda — RESPONDEME
Esto no podría terminar bien, tenía que controlar a Theo pero estaba vuelto loco, solo encontrar a nuestra Luna lo calmaría.
—NO VUELVAS HASTA QUE SEPAS ALGO —y lo empuje con fuerza lo que ocasiono que se rompiera la puerta.
Necesitaba tomar aire, necesitaba calmarme, sí la hubiese seguido nada de esto hubiese pasado.
Busque sus registros estudiantes, fui a su casa pero no había nada, no había ningún rastro de olor, mire en las otras casas y nada hasta que sentí en el ambiente un olor a magia, y rugí, ella debía estar allí pero no podía descrifar en donde, no sé si la estarán torturando o si alguien quiere protegerla, gracias a Dios que mi beta me encontró, porque hubiese destruido todas las casas, aun sabiendo que esa no era la respuesta.
—Alfa
—¿Qué? —respondí de mala forma mientras pateaba mi mesa, tenía que controlarme pero era más fácil decirlo que hacerlo.
—Hay un bruja y una chica buscándolo, la chica se llama — no lo deje terminar, cuando comencé a correr como loco al salón principal, por estar tan concentrado en mi furia, pase por alto el olor hierba que provocaba la magia, pero no sentía otro el olor el que debería ser de la chica.
Ella estaba de espaldas a mí admirando las pinturas colgadas en la pared, y era tan hermosa, y ella era mía, no tenia que olerla simplemente sabia que ella era mía y yo era suyo.
—Emma —dije con voz triste, ella se giro y abrió la boca como sorprendida, y se lanzo a mis brazos.
—Tomas —dijo mientras me abrazaba y lloraba —tenía tanto miedo de no poderte verte otra vez, por favor, yo...—no estaba entiendo nada con las hipidos que hacía.
—Vamos, hablemos en nuestro cuarto —le dije en el oído mientras lloraba, pero antes visualice a la señora y no pude evitar darle un asentamiento con la cabeza y las gracias.
—Solo cuídala, vendré a verla seguido, igual su madre —dijo mientras se despedía de Emma.
Me sentía el hombre más afortunado del mundo, con ella todo estaría bien, sé que tendríamos que luchar, porque para que negarlo tenía enemigos pero juntos podríamos hacerlo.
—Serás mía —le susurre en su oído, su respiración se había acompasado lo que significaba que se había dormido, quería saber todo lo que había pasado porque de algo estaba seguro: mi chica había sufrido y tenía que protegerla.
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Eres Mía ¡Primera Advertencia!
WerewolfEmma Clayton era una simple chica de 17 años con una vida normal hasta que se vio en vuelta en profecía antigua en la siempre terminaba perdiendo a su mate, Tomás y a todos lo que quiere, ahora con el comienzo del despertar los enemigos buscarán mat...