Eres Mía ¡Primera Advertencia!

Capítulo 5

Mi madre siempre decía que la vida podía cambiar en un instante, y wao, que la mía lo hizo en menos de una hora.

Fue difícil comprender que Tomas y yo nos encontrábamos en todas las vidas y que nuestra relación nunca podía ser, por algo que él o yo hicimos hace mucho tiempo atrás.

Cuando fui ese día a la escuela era el momento de que "iniciara el ciclo" otra vez, por lo que mi loba dejo fluir nuestro olor y nuestro mate nos encontró, y al encontrarnos tuve esas "pesadillas" que eran recuerdos de nosotros dos juntos y nuestra separación.

Por lo que ya podrán haber notado, Catherine era una bruja literalmente, eso explicaba las veces en las que ella me intentaba hablar del amor o del destino y sus profecías, y me terminaba doliendo la cabeza. Conclusión: no era el momento de "despertar" como lo decía ella o como lo decía yo no era el momento de "morir", ya que, mi padre quien pensé que había muerto no había muerto *cara de sorpresa*, y lo único que quería en esta vida era matarme, porque supuestamente yo era especial, y le había robado sus poderes, y unas estupideces más que no entendí, según su lógica y lo que le habían dicho unos hechiceros, sí el me mataba en mi unas de mis vidas él tendría el poder que supuestamente yo le había robado.

Realmente ser malo es aburrido, mi intuición me decía que yo no era el problema, pero como odia a mi madre por abandonarlo porque no dejaba que él me matara, yo era la culpa de todo, así simple era todo, siempre había que buscar un culpa y en este caso era yo, porque esa era la única explicación del porque no tenía su "fuerza total".

Necesitaba un momento, o tal vez unos días para procesar esto, pero sabía que no tenía tiempo, cuando Tomás grito bueno rugió que era suya todo se fue al traste, y mi padre podría localizarme en cualquier momento.

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—Mamá, no llores —mi mamá se sentía culpable por haberme guardado esa información, y yo realmente no la culpaba —yo no te culpo mamá —y se puso a llorar aún más —te perdono enserio mamá.

—Hija, tienes que ser fuerte —susurro mientras me abrazaba —sé que él cuidara de ti, pero si no lo quieres a tu lado, dale una patada voladora y ven conmigo —lo que dije me hizo sacar un sonrisa —y habla enserio Emma Clayton cuando digo nada de nietos por ahora —casi me atraganto con mi salida— solo cuídate y llámame siempre, te iré a visitar cuantas veces pueda.

—Pero, ¿porqué no vienes conmigo? Juntas seriamos más fuertes y —tenía ganas de llorar no quería dejar a mi mami —te necesito mamá —no llores Emma, no llores, necesitas ser el pilar que tu mamá necesita como ella siempre lo hizo contigo.

—Volveremos a estar juntas, no lo dudes ni por un momento —dijo mi mamá mientras se aleja de mí —Catherine te llevará con él.

—Te amo mamá

—Y yo a ti también cielo.

Este era el momento de demostrar que era fuerte, por mí, por mi madre y por Tomás, todo esto era más grande yo, pero me sobrepondría, porque tenía la sensación de que esto era solo un detalle y lo que se venía era la cereza del pastel.

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