𝟮. 𝗗𝗶𝘀𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝗳𝘂𝘀𝗶ó𝗻

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En el mundo de Satoru pasaron un millón de años después de ver el rostro inmaculado del extraño al que había atropellado, y definitivamente no es el lugar ni el contexto adecuado para pensar en lo lindo que era para sus ojos el chico que estaba frente a él.

"¿Qué demonios haces?, lo acabas de atropellar. ¡Ayúdalo!"

Su vocecita en su cerebro lo hizo volver al espacio-tiempo. Inevitablemente se sonrojó por su propia vergüenza.

—Diablos, soy un idiota. ¿Te encuentras bien?— Pregunta el peliblanco mientras ayudaba al contrario a levantarse, analizaba su cuerpo con su mirada bien entrenada para detectar cualquier anomalía.

—Fue un golpe duro, pero creo que estoy completo.— El hombre de cabello frondoso y azabache atina a hacer una broma para hacerle saber que realmente no le había pasado gran cosa, aunque eso no quita que no esté adolorido. — De hecho, creo que me duele más ver la moto, tendré que hacerle unos cuantos arreglos. — Miraba con pesar el vehículo con una mueca. Le había costado varios meses de ahorro.

—No no, es mi culpa que esto haya pasado, así que yo tomaré la responsabilidad.— Satoru sentía que este hombre estaba siendo sumamente considerado con él.

Demonios, lo había atropellado y aún así decide bromear con él para aliviar la situación. Para él hacerse responsable por su negligencia era lo mínimo que podría hacer.

— Si necesitas algo con respecto a tu moto o lo que sea no dudes en decirme. Mi nombre es Satoru Gojo, soy médico del Hospital General de Tokio, puedes buscarme cuando quieras y te atenderé.— Sacó de su cartera una tarjeta de contacto, tenía algunas consigo porque cuando visitaba pacientes a sus casas le daba alguna que otra a los familiares para que le notificaran si pasaba algo.— Justamente me estaba dirigiendo hacia allá, Y si no es molestia para ti, quisiera que fueras conmigo para poder examinarte y verificar que realmente no ha pasado nada.

Tal vez era muy atrevido pedirle eso, pero estaba realmente avergonzado de esta situación, se repetía que era lo mínimo que podía hacer por él.

— Oh, no pensé que fueras doctor, te ves muy joven. Mi nombre es Suguru Geto.— El pelinegro estaba genuinamente sorprendido por esa información. Tenia en su cabeza el estereotipo de los doctores canosos y viejos, aún a pesar de haber visto todas las temporadas de Grey's Anatomy.

Estira su mano para poder saludar correctamente al Albino y se da cuenta que sus manos sí parecen a las de un cirujano, dedos largos y huesudos. "Muy lindas", pensó.

—Me parece bien tu oferta, solo que no sé que hacer con la moto, no puedo dejarla aquí tirada, además que ya el tráfico empieza a empeorar.— Miraba por detrás de Satoru como los automóviles eran más cada minuto que pasaba, estar a mitad de camino era estar en riesgo. Uno, los podían atropellar, bueno, a él se lo podrían hacer de nuevo. Dos, los conductores con cero paciencia en su cuerpo los insultarían o llamarían a la policía, y ya tenía suficiente con que, irónicamente, un doctor con ojos de infarto casi lo matara, aunque estaba exagerando un poco.

Y si, lo primero que se fijó fue en los increíbles ojos del casi homicida. Por Dios, como no hacerlo, si eran del azul más vibrante que había visto en su vida.

—Llamaré una grúa o algo para que solucionen eso, después iremos al hospital. — Rápidamente rebusca entre los bolsillos de su pantalón de vestir su teléfono para poder comunicarse con un servicio de grúas que tenía agendado en su teléfono por cualquier situación.

Le agradecía en estos momentos a su antiguo coche que vivía dañándose y lo dejaba accidentado para que hoy en día tenga el hábito de tener siempre a la mano un servicio de este tipo.

 𝐂𝐑𝐎𝐒𝐒𝐄𝐃 𝐏𝐀𝐓𝐇𝐒 - 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐬𝐚𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora