Capitulo 5

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Elena estaba soñando. Lo sabía, pero no le importaba.

Tendida en una tumbona al lado de la piscina, dejó que la imagen de Yulia la envolviera.

—Te deseo —murmuró yulia, con ojos apasionados.

Comenzó a acariciarla y ella gimió de placer.

En aquel momento, algo se interpuso en su sueño; le pareció oír voces y abrió los ojos con un suspiro. Tres rostros pequeños la miraban fijamente. Dio un respingo y se incorporó en el acto.

Los niños se echaron a reír.

—Eh, lena —dijo Dimitri —. Somos nosotros. ¿Te hemos asustado?

La joven respiró hondo y sonrió.

—Desde luego que sí.

—¿De verdad? —sonrió Dimitri .

—Mucho.

Ajustó la tumbona para poner el respaldo en posición más vertical.

—¿Qué hacen aquí? ¿Han encontrado una nueva niñera?

El trío negó con la cabeza al unísono.

—No —repuso Dimitri , muy contento—. La señorita Kino se ha asustado de Sammy, a la señora rosa sólo le gustaban los canarios. Pami ha echado de casa a la señorita Anastasia y la señora Irina ha intentado robarnos. Y luego, cuando pami ha llamado a la agencia, le han dicho que no pueden enviar a nadie más porque nuestra casa es un peligro.

—Pami ha dicho una palabra fea —añadió Sammy.

—Últimamente lo hace a menudo —dijo Sasha —. ¿Quieres oírla?

—No —repuso Lena, que ya se había hecho una idea de la situación.

Dimitri echó la cabeza a un lado.

—¿Tenías una pesadilla?

La joven se ruborizó.

—¿Por qué lo preguntas?

—Porque hacías unos ruidos muy raros —dijo Sasha .

—Queríamos despertarte antes —la informó Dimitri —, pero madre ha dicho que no lo hiciéramos.

Al oír aquello, Elena giró la cabeza hacia la derecha y vio a Yulia de pie al lado de la caseta del baño.

¡Cielo Santo! Aparte de unas gafas de sol y un minúsculo traje de baño de dos piezas negro, iba casi desnuda. Recorrió su cuerpo con la vista hasta llegar a su rostro. La mujer tenía el ceño fruncido.

—Creí que les había dicho que no despertaran a la señorita Katina —dijo.

—No lo hemos hecho —protestó Dimitri .

—Sólo queríamos asegurarnos de que estaba bien —corroboró Sasha.

—Hacía unos ruidos muy raros —comenzó a explicarle Dimitri .

—Me he despertado sola —la interrumpió Lena- No me han molestado, se lo aseguro.

—Me alegro.

La mujer dio un paso hacia adelante y los niños echaron a correr.

—Ahora que estás aquí tú para vigilar, ¿podemos volver al agua? —preguntó Dimitri , corriendo hacia la piscina.

—Sí —repuso yulia algo tensa —. Pueden ir —pasó al lado de Elena y se sentó en una de las sillas agrupadas en torno a una mesa con sombrilla, a poca distancia de la joven—. Pero portense bien.

Operación Mamá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora