𝐁𝐎𝐍𝐍𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄! ━━━ 𝐚.𝐚𝐠𝐫𝐞𝐬𝐭𝐞 | 𝐜.𝐧𝐨𝐢𝐫

𖥻 Especial Halloween 𖦹

❛❛ ¿ FANTASMA ?
SI CLARO, JA JA JA. . . ❜❜

CAPÍTULO ESPECIAL. — "Una alma sin descanso"

Deveraux puso su mentón en su palma, observando el paisaje cambiar mientras el autobús avanzaba rumbo al campamento en donde su clase se iba a quedar.

La escuela había decidido poner unos días de excursión al mismo tiempo que la noche de brujas se iba acercando, provocando que la clase esté emocionada por ello, entusiasmo cuyo Deveraux no compartía ya que se seguía encontrando bajoneado por el rechazo de Chat Noir.

—¿Te encuentras bien, amigo?— Preguntó repentinamente una voz a su costado, el pelirrojo dándose la vuelta para encontrarse con las miradas preocupadas de Nino, Adrien, Alya y Marinette.

—¿Huh? ¿Yo? ¡Por supuesto, como nunca!— Respondió con una sonrisa fingida, cosa que el rubio rápidamente tomó en cuenta.

—Bueno, si tú lo dices... Estoy tan emocionado de llegar al campamento, ¡nos la pasaremos bomba!— Exclamó Nino con una amplia sonrisa.

—Si... aún sigo sorprendido de que mi padre me haya dejado venir, supongo que te lo tengo que agradecer a tí, Deveraux—. Dijó Adrien con una ligera sonrisa, provocando que el pelirrojo le vea con la cabeza ladeada y con una mirada confusa.

—¿Yo? ¿Por?— Preguntó Deveraux frunciendo el ceño, intentando recordar si alguna vez habló con el señor Agreste.

—Tu madre—. Respondió simplemente Adrien, jugando con su anillo.

—¡Oh! ¿Mi madre fue hablar a con tu padre? No tenía idea—. Expresó con sorpresa el pelirrojo, inclinándose en su asiento para acercarse a Adrien, mientras Nino se mantenía en medio de los dos con una mueca incómoda.

—¡Si! Cuando se enteró de que no me quería dar permiso fue directamente a hablar con él, y terminó accediendo—. Contestó Adrien con una sonrisa, reflejando la mismas acciones que Deveraux y así haciendo que sus caras queden a unos centímetros de la otra.

Ante la proximidad del otro, Deveraux fue incapaz de no perderse en los ojos esmeralda de Adrien, ojos cuales eran bastantes similares a los de un superhéroe felino que conocía muy bien.

Relamiendose los labios, Deveraux no pasó por desapercibido el como los ojos de Adrien seguían la acción de ésto, provocando que Deveraux se aleje con una sonrisa apenada y un sonrojo en las mejillas, observando atentamente como los hombros de Adrien se bajaban con decepción, y el rubio se volvía a acomodar en su asiento.

—Ehm, seguimos aquí, ¿saben?— Dijó Alya con un tono acusante y una sonrisa burlona, provocando que el rubio y el pelirrojo se sonrojen aún más.