Prefacio del prefacio

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Los primeros en aparecer, junto a los jóvenes discípulos de tercera clase de diversas Sectas, fueron los estimados ancianos de la Secta del Monte Hua. No sabían cómo habían llegado a ese lugar, cuando previamente acababan de despedirse en el comedor para retirarse a sus aposentos, dándole la bienvenida a una buena noche de sueño.

El lugar en el que se encontraban fue una amplia habitación techada, con más de cien asientos que miraban directamente hacia el frente, donde un pequeño podio de madera se alzó impecable. Había una puerta cerca del podio que se deslizó cada cierto tiempo para darle la bienvenida a un nuevo visitante, todos ellos tan confundidos como el primero.

Los niños fueron guiados por los estimados ancianos hacia una charla agradable una vez que se presentaron. Después de esperar el tiempo suficiente para que el sol hubiera salido y vuelto a esconderse, todos habían tomado asiento eventualmente, atrayendo a sus desconfiados compañeros discípulos a su lado para que hicieran lo mismo.

Después de explorar durante ese tiempo, lo más interesante que encontraron fue el cofre cercano al podio. Sin embargo, la gruesa cerradura no cedió a sus esfuerzos, permanente tercamente inmóvil. Muchos de los nuevos invitados intentaron tomar su turno con el cofre, buscando respuestas en vano. El cofre ni siquiera sufrió un rasguño.

"Parece que estamos atrapados aquí," admitió el Líder del Clan Tang sin problemas.

Tang Gunak fue de las últimas personas en llegar. Para él, que había visto desaparecer a varios de los niños de su Clan uno por uno, estar en esta habitación con la posibilidad de protegerlos era un alivio tanto como una fuente más de preocupación. Tang Zhan se sentó a su lado, reconfortado por la presencia abrumadora del Líder del Clan.

Los discípulos más jóvenes que habían pasado horas adicionales sin saber lo que sucedía no podrían estar más agradecidos de tener a sus estimados ancianos junto a ellos. Fue el caso contrario para la Secta del Monte Hua, quienes tuvieron a sus mayores atrapados en esta habitación desde el principio, llegando los más jóvenes hacia el final.

Los discípulos de la Secta Borde del Sur, en cambio, pusieron un poco de distancia con su mayor Ki Mokseung. Ki Mokseung había decidido dormirse temprano, por lo que se encontraba vestido con su ropa de cama y sólo una túnica exterior prestada amablemente por uno de sus discípulos. Fue terriblemente indecoroso lucir de esta manera frente a una reunión con otras Sectas, sólo superado quizás por haber tenido que usar la prenda de otra persona. El mal humor fue expulsado a su alrededor como un aura oscura que impidió a otros comentar sobre su atuendo.

El sonido del toque incierto en la puerta resonó en la habitación ruidosa. Los invitados en el interior se habían acostumbrado a ver esta escena desde hace mucho tiempo. Casi al unisono, la multitud recibió a la nueva víctima dentro de la habitación.

Baek Cheon se asomó indeciso al interior.

Varios discipulos del Monte Hua agitaron sus manos ansiosamente para recibir a Baek Cheon, señalando el lugar en el que habían tomado asiento, cerca del Clan Tang y el Palacio de las Bestias Nanman. Baek Cheon se acercó rápidamente para presentar sus respetos al Líder de la Secta, siendo informado sobre la situación.

"Entonces, ¿él todavía no está aquí?" Preguntó Jo Geol con imapciencia. No sé molestó en mirar a su alrededor. Si Cheong Myeong hubiera llegado antes, entonces habría hecho un escándalo que los habría alertado. "Debe de estar volviéndose loco ahora mismo..."

Baek Cheon asintió. "Parecía a punto de invadir la guarida del Culta Demoníaco antes de que terminara aquí."

Baek Cheon era el único ahí para detener a Cheong Myeong, ya que todos habían desaparecido sin previo aviso. Fue Cheong Myeong el que asaltó el dormitorio privado de Baek Cheon con pánico cuando sintió desaparecer la presencia de los discípulos poco a poco. Antes de llegar a este lugar, el Monte Hua parecía un lugar abandonado más apropiado para contar historias de terror.

Ya no es sólo un privilegio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora