.

139 19 3
                                    

III
Recuérdame

Después de año nuevo, algunos niños lograron recuperarse después de un par de semanas de estar hospitalizados y también otros que llevaban mucho tiempo allí.
Por lo que el hospital quedó más vacío que nunca.

Lan Xichen no había hablado con Jiang Cheng, debido a que se dió cuenta de sus sentimientos por él, si le diríjase la palabra tartamudeaba o con solo mirarle se sonrojaba delante de quien esté allí.

Pero, no pensaba que ahora que los niños se habían ido, ya no tenía con quién hablar excepto por los empleados del hospital.

Y como milagro, un día llegó a su propia habitación.

- A-Cheng?, ¿Q-que haces acá?. Tu... No puedes ver nada, ¿Como-

- Cállate, mira la iris de mis ojos.- hizo un ademán para que Lan Xichen se acercara a él, y fue exactamente lo que hizo incluso lo llevó a su propia camilla.

- Está blanca.- respondió después de asegurarse de que Jiang Cheng estuviera bien.

- Pues no es que no vea del todo, ahora solo puedo ver siluetas, ni siquiera sé cómo llegue aquí.- Jiang Cheng frunció el ceño y jaló su cuello para que lo mirará de frente.

- Ahora, ¡Dime!. ¿Porque no haz ido a visitarme?.- Preguntó tratando de no ser grosero.
Al no lo escucharlo decir nada, lo jaló aún más. sintiendo como Lan Xichen puso las manos a cada lado de donde estaba sentado, para parar el jalón.

Ambos quedaron solo a centímetros de que sus labios se tocaran, y Lan Xichen se las arregló, sacando su lado valiente a la luz.

- ¿Me reclamas?.- Jiang Cheng lo soltó en cuanto sintió lo cerca que estaba.- Te explico, estos días no me han dejado salir de aquí, mi herida se infectó y me duele mucho.

Lan Xichen lo miró con intención de saber si estaba funcionando, pero al ver a Jiang Cheng sentado en su camilla completamente avergonzado, casi hace que pierda los estribos.

Cualquiera que los viera pensaría que Lan Xichen intentaba algo, con la posición en la que estaba.

- Me enteré que algunos de los niños se fueron a casa, ¿Estás bien? Parecía que los quieres mucho.- Dijo mientras se sentaba sobre la camilla justo a su lado.
Desviando un poco lo que había pasado segundos antes.

- Me siento feliz por ellos, además todos no fueron a casa.- Jiang Cheng dudo un poco, pero al final pudo decirlo.- ¿Puedes amarrar mi cabello?, por favor.

- No tengo una liga para amarrarlo.- Al ver que Jiang Cheng lo ignoró, supo que si quería hacerlo, tenía que arreglárselas él mismo.- ¿Por qué no fueron todos a casa?.- Preguntó, alargando la conversación, mientras se ponía detrás de él.

- Algunos de ellos tenían señales de agresión por parte de sus familiares. Por lo que sé, llevaran el caso al tribunal.
Otros son del orfanato; cuando era más joven, mi madre trabajaba allí, así que aprovechaba para jugar con los bebes.

Lan Xichen escuchaba atentamente mientras hacía una moño bajo y como no tenía nada más con que atarlo, dudo un poco, pero al final pudo atarlo.

Atarlo con su cinta.

[Si no se lo digo, no lo sabrá. Si se lo pido después, no pasara nada. No trato de hacer nada con esta acción.
Solo ato su cabello con mi cinta].

RecuérdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora