Ella era la típica chica introvertida y despistada que el único error que cometió fue confiar.
Palabra que no se encontraba en su vocabulario y como consecuencia, tuvo que sufrir un infierno.
No se puede pasar los límites por amor. Pero él haría lo...
Aún me mantenía estática, probablemente mis manos temblaban pero no lo notaba, no podía creer lo que acababa de escuchar. Intentaba mantenerme serena, no podía, se me hacía imposible ¿Cómo es que sucedió esto?
Un nudo se formó en mi garganta, quería responder o decir palabra alguna. Entre abrí mis labios para hablar, simplemente no salía nada.
Aún en silencio, la mayor me observaba con el semblante bajo—Intenté comunicarme por medio de mensajes y llamadas, simplemente no responde—rompió el silencio entre lágrimas y sollozos reprimidos—Ayer por la noche acudí a la estación de policía—antes de seguir, hizo una ligera pausa—Dijeron que talvez había huido y que pronto volverá, ya que era normal en su edad.—Continuó explicando, emitía rabia pura, desgraciadamente, la policía no pudo o más bien, no quiso ayudarla—Recurrí a la directora Senju para que me ayudara a dar el comunicado a todo el colegio.
Me negaba a creer que Kiba había desaparecido de un día para otro, apenas el día anterior lo había visto, con esa sonrisa y ese carácter por lo que sé destacaba, no se veía como un chico que se fugara de casa temporalmente. Esto no era una mera fuga.
—Cuente con mi apoyo para lo que necesite, señora Inuzuka.—Por fin pude hablar, mostrándole mi apoyo incondicional.
Ella sujetó mis manos delicadamente y me miró conmovida.
—Muchas gracias, ______—sonrió ligeramente—Kiba tenía razón sobre ti, eres una chica maravillosa, es por eso que el te aprecia demasiado—cerrando lo ojos, de igual manera me sonrió, por mi parte le devolvía el gesto de la misma manera. Mi corazón se oprimió al escucharla decir eso, pero eso ahora no importaba.
Imploro porque estés bien, Kiba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
10:00 hrs:
—Se les pide a todos los estudiantes de la institución dirigirse al gimnasio tras finalizar el receso, muchas gracias por su atención.—La directora Senju comunicó a través de los altavoces.
—¿Qué es lo qué querrá ahora?—Naruto reclamó rodando los ojos.
—Qué fastidio—Shikamaru le hizo de segunda al rubio.
Ino y Tenten suspiraban de fastidio, Sakura rodaba sus ojos y Hinata admiraba con gracia las escenas. Por mi parte me encontraba recargada en mi mano observando a cada uno de mis colegas.
La clásica campana emitió el sonido de que él receso había finalizado.
—Tenemos que ir al gimnasio—Sakura decía levantándose de su asiento junto con Hinata; seguimos su acto para dirigirnos a dicho lugar.
