♡ : CAPÍTULO XXVII

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[POV HYUNJIN]

Tenía miedo de tocarlo, tenía miedo de que me rechazara, de que no viera al hombre que de verdad soy y viera al hombre que lo ataco.

Que en sus ojos se reflejará el hombre que, loco por el celo, lo había puesto boca abajo a la fuerza y había desgarrado su ropa mientras ignoraba sus ruegos; que lo había penetrado sin importar cuantas veces le pidiera que no lo hiciera.

Eso no me dejan dormir por las noches.

Me removí en la cama incómodo apretando los dientes, con un dolor agudo en el cuerpo y mi interior ardiendo. Finalmente me levante cansado y camine por los oscuros pasillos hasta llegar a la sala. Al parecer mi cuerpo estaba rechazando los supresores.

Me dejé caer en el sillón y encendí la televisión mirando el primer programa que apareció: algo sobre cocina y cosas culinarias.

Necesitaba un trago, pero le había prometido no tomar a Jeongin, eso fue justo después de vomitarle encima el otro día, cuando me había ayudado. Mal momento para recordar cómo se sentía su palma sobre mi pene.

Eché la cabeza hacia atrás y vi aún fantasma caminar hacia la cocina. O al menos eso parecía con su bata larga y blanca. Fijé mi vista de nuevo a la televisión y decidí cambiar a algo más emocionante, tal vez una película de terror o suspenso.

Lo escuche caminar de nuevo, pero no subir hasta la habitación.

—¿Que rayos estás haciendo? — preguntó dejando un vaso de leche en la mesa de centro. Justo como un gatito.

—Vete —le dije y él frunció el entrecejo.

—Que grosero er... —me miró, miro el bulto en mis pantalones y noto mi aroma—. Oh...

Se levantó y tomo su vaso retirándose, esta vez sí lo escuche subir por las escaleras.

Eche mi cabeza hacia atrás con el calor subiendo por todo mi cuerpo. Escuche unos pasos bajando las escaleras y caminado hasta mí.

—No me molestaría ayudarte.

"Mierda"

—Es mejor que te vayas, no te obligues.

—¿Y quién está diciendo que me estoy obligando?, quiero hacerlo.

—Joder —gruñí emocionado de sus palabras, mi cuerpo caliente se puso a un más caliente—, ven aquí.

Palmé mis piernas y le subí el volumen al televisor para que nadie más escuchará lo que estábamos a punto de hacer.

Jeongin corrió casi tropezándose con la bata hasta donde estaba y se sentó a horcadas en mi regazo. Antes de que pudiera hacer algo ya estaba besándome y moviendo sus caderas contra mi erección.

Gemí y gimió.

Lo tomé de las caderas y lo recosté en el sillón moviéndome desesperado por quitarle la ropa.

—Prometo que cuando no esté en celo lo haré más romántico —dije logrando bajarle los calzoncillos, Jeongin sólo sonrió descaradamente pasando su mano por mi erección descubierta.

—Ya está, ya estoy entrando —dijo refiriéndose a su celo. Era la primera vez que hacia entrar a un omega en celo y era genial. Se entrada estaba lubricada y pidiendo ser llenada y yo estaba vuelto loco.

Tomé mi miembro y lo alineé para penetrarlo de una.

—Oh por dios —Jeongin se quejó tomando una almohada y mordiéndola.

—¿Te lastimé? —pregunté preocupado y conteniéndome para no empezar a moverme.

Jeongin negó y me invito a moverme.

Salí dejando la cabeza adentro y embestí lentamente, moviéndome despacio dentro de él.

Hasta que volví a perder el control y embestí fuerte una y otra vez, Jeongin tiró la almohada y me atrajo hacía él para besarnos, probé sus labios sin descanso, le mordí hasta hacerlo sangrar, él estaba gimiendo y el sonido era incluso más fuerte que el del televisor, volví a tomar el control para subirle aún más el volumen.

En algún momento caímos del sillón con él encima de mi follándose con mi pene, moviendo sus caderas y empalándose así mismo, Jeongin era demasiado erótico para mi bien, mierda, ahora que sabía cómo se sentía estar con él de forma consensual no iba a querer salirme nunca.

—Demasiado bueno —Jeongin gimió en mi cuello, mis manos movían sus caderas haciendo los empujes más fuertes—. Ya Hyunjinnie... Ahh... voy a correrme.

—Yo también —dije aferrándome a su hermoso cuerpo—. ¿Puedo hacerlo dentro?

Asintió, mientras gemía de forma irregular. Fue todo, me vacíe en su interior y mi nudo se formó segundos después. Él se corrió también y descanso su cara en mi pecho.

—No sé del amor —dijo dibujando círculos alrededor de mi tetilla excitando de nuevo a mi cuerpo—, hace tiempo estaba seguro que amaba a otro, pero ahora yo...

—Tranquilo no tienes que decirme nada —dije palmeando su cabeza—. Yo tampoco sé mucho del amor.

Estar conmigo solo te hace llorar ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora