DxD: Como un Diablo (Hiatus)

Capítulo 5: Día escolar

Echando una última mirada en el espejo, sonrío levemente. Sí, los pantalones me quedan mucho mejor; Esas faldas que forman parte del uniforme normal de las niñas son demasiado cortas, y ser consciente de los pervertidos que asisten a la escuela es lo opuesto a tranquilizar. Por mucho que odie admitirlo, no quiero meterme en ningún problema aquí y hacerme otro nombre atrevido. Abrirle el cráneo a un pervertido no me va a ayudar a evitar hacer eso.

Me doy la vuelta y miro a mi madre, todavía tendida en su cama mientras duerme plácidamente. Le tomó un tiempo quedarse dormida, supongo que debido a cierta ansiedad o miedo por estar rodeada de demonios. No la culpo realmente, también tuve mis propias dificultades para descansar. Afortunadamente, Gamer's Body mitiga un poco la necesidad de dormir, por lo que puedo operar cinco horas tan bien como si hubiera dormido mis ocho horas completas.

Por centésima vez; Me encanta este poder.

"Oi, me voy ahora", le digo, haciendo que se mueva ligeramente de su sueño. "Si quieres venir, entonces debes darte prisa e ir a prepararte. La ceremonia de ingreso comenzará pronto".

"Mmmm claro..." Ella responde somnolienta, volteándose hacia el otro lado. "Dispárale al estúpido ganso de mierda en tu camino..."

—¿Con qué demonios sueñas, mujer? Suspiro. "Lo que sea. Si te vas a quedar en casa, entonces duerme bien, supongo".

Cierro la puerta del dormitorio detrás de mí y me dirijo escaleras abajo, saliendo por la puerta principal, camino por la calle un poco antes de fruncir el ceño ligeramente. Maldita sea, tengo un poco de hambre. No he comido nada desde anoche y me desperté temprano para asegurarme de que estaba bien listo.

Recuerdo que todavía tenía una hamburguesa de hace un día en mi inventario, de cuando estaba explorando el área en busca de los perros callejeros en Kiyoraha, debo haberlo pensado porque tengo hambre. Dicho esto, no estoy seguro de si se ha podrido o no, si lo ha hecho, prefiero tirar basura inútil y no dejar que desordene mi almacenamiento.

Hago una pausa y frunzo el ceño pensativo. Todavía me he olvidado un poco de explorar los límites de mi inventario. ¿Las cosas que pongo allí permanecen en estasis, o el tiempo pasa allí también? Ha pasado alrededor de una semana desde que pedí esa comida, por lo que debería ser bastante simple saber de qué manera funciona con solo mirar la comida.

Miro a mi alrededor para asegurarme de que no hay nadie cerca, luego saco discretamente la hamburguesa, sonriendo ya que todavía puedo sentir el calor de cuando la estaba comiendo. Así que se quedan en estasis. Es muy bueno saberlo. También es increíblemente útil, por lo que no tengo que preocuparme por tirar nada con fecha de caducidad o algo potencialmente volátil allí.

Con eso, termino mi desayuno improvisado mientras continúo hacia la escuela infestada de demonios, actuando con la mayor naturalidad posible para no atraer ninguna atención sobrenatural no deseada. Algunos estudiantes me ven, me miran con cierta extrañeza, pero yo los ignoro. Está claro que es bastante inusual por aquí que una de las estudiantes lleve el uniforme masculino

Escudriño la multitud de estudiantes, mis ojos se mueven entre todos y cada uno de ellos mientras lanzo la ametralladora Observe para obtener información sobre cada uno de ellos. No devuelve nada fuera de lo común, la mayoría de las estadísticas van de 7 a 13, todas son humanas. Ya sé quiénes son los diablos, pero es mejor comprobarlo por si acaso. Este no es el mismo DxD con el que estoy familiarizado, tengo que tener cuidado.

Nadie se da cuenta de que estoy usando Observe en absoluto, quiero decir, mi madre y mi tío tampoco se dieron cuenta de que lo estaba lanzando, creo, y son ostensiblemente veteranos. Sona tampoco se había dado cuenta, de lo contrario, probablemente se habría mostrado en su nota de pensamientos, o tomaría represalias de alguna manera por haberle lanzado un hechizo desconocido. Nadie parece sospechar de mí todavía, y puedo ocultar mi magia lo suficientemente bien como para que nadie en la escuela se dé cuenta.