DxD: Como un Diablo (Hiatus)

Capítulo 24: Aventuras diabólicas

– Daigo –

Nunca anticipó que esta arriesgada decisión produciría tantas recompensas, pero Daigo tuvo que agradecer a sus estrellas de la suerte que lo tuviera. Esto era más que el mejor de los casos.

Lo había dejado confundido cuando Majima le había informado que Akane aparentemente quería ayudar a los demonios con algo. Claro, sabía que estaban relativamente bien el uno con el otro y que su plan progresaba sin problemas, pero la repentina noticia le había hecho reflexionar.

Cuando se lo explicaron más a fondo, Daigo se dio cuenta de lo útil que podría ser para él. Con ella ayudando a las herederas diabólicas, Akane, y él por extensión, tendrían más aliados y una relación más estrecha con la facción en su conjunto.

Así que decidió esforzarse mucho en ayudarla. Desde dejar que la familia Majima trabajara en esa instalación hasta darle los cinturones de entrenamiento. No pidió mucho, sorprendentemente, pero cualquier cosa que hiciera parecía ser suficiente, si la noticia de que Gremory había ganado el Juego de Clasificación era algo a tener en cuenta.

Sabía lo suficiente sobre la hija de Tatsu, cómo heredó los problemas de ira de su madre y lo rebelde que podía ser. Había crecido para ser una delincuente, y Daigo podía identificarse con muchos de sus rasgos. También solía ser un delincuente, antes de ocupar el puesto de presidente del Clan Tojo.

Siempre había existido el riesgo de que simplemente no se llevara bien con los demonios y, en el peor de los casos, terminara odiando por completo sus entrañas. En cambio, era todo lo contrario: había hecho todo lo posible para ayudar a uno de ellos a lidiar con un problema que los había atormentado durante años y finalmente lo logró.

Casi se sintió surrealista cuando escuchó el informe. Esto era mucho mejor que todo lo que había estado esperando. ¿Ayudar a la hermana de Sirzechs a salir de un matrimonio que ninguno de los dos había querido en primer lugar? Casi como si todo se hubiera alineado para funcionar con su plan de alguna manera. Daigo casi no podía creerlo.

Con Akane siendo muy apreciada por el Nuevo Lucifer, Nuevo Leviatán y sus hermanas tanto que estaban dispuestos a invitarla al inframundo para una fiesta, Daigo vio una oportunidad.

Dado que no podían dejar que la hija de Tatsu fuera sola por varias razones, la invitación se extendió a Daigo y a quien él o Akane quisieran traer, por lo que tendrían que acompañarla, y ¿qué diría el mundo cuando escucharan la noticia de que el Sexto Presidente del Clan Tojo fue invitado personalmente al inframundo junto con el hijo del Dragón Inmortal por el propio Sirzechs Lucifer?

"El plan resultó mucho mejor de lo que la mayoría de nosotros esperábamos". —dijo su primer capitán, leyendo el informe—. —¿Cómo debemos movernos de aquí?

"Asiste a la fiesta, por supuesto," respondió Daigo.

"Esto podría ser una trampa". —argumentó el mío—. "¿Es prudente aceptar la invitación?"

"Dudo que sea una trampa. Sirzechs ha estado tratando de encontrar formas de sacar a su hermana del matrimonio durante años. Está siendo genuino". El Presidente negó con la cabeza. "El hecho de que el hijo de Tatsu se convierta en la razón por la que su hermana no está casada lo hará aún más agradecido con nosotros".

—Supongo que sí. El mío cedió rápidamente. "Sirzechs nunca ha sido del tipo intrigante".

"Ajuka lo está, y debería estar bajo vigilancia mientras estemos allí." Daigo asintió. "Sin embargo, dudo que esté remotamente interesado en esta fiesta".

—¿Y qué hay de los amamiyas? Su capitán planteó otro punto. —¿Cuál es tu plan con ellos?

Daigo se detuvo un momento mientras pensaba en esto. Akane tenía que asistir a la fiesta, les haría sospechar un poco si la razón principal por la que fueron invitados no estaba allí, o incluso si no se les avisaba de dicha fiesta. Hasta ahora, los demonios no sospechaban nada, y él prefería mantenerlo así hasta las conversaciones de paz.