IV. Jolene

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Maldita Jolene, ya sal de aquí.
No me interesa verte sonreír,
mucho menos escuchar cómo te ríes de mí.

¿Crees que no he visto tus artimañas?
Caminas con el porte de una condesa sangrienta,
te ríes como un depredador
que tiene en la mira su próxima presa.

Pero cuando él está contigo,
de pronto solo eres una inocente princesa.

No me importa, Jolene,
yo nos asesiné hace mucho.
Así que no digas que te he estado
acechando como loca,
cuando lo único que sé de ti es tu nombre,
y si no fuera porque se encargó de recalcarlo,
probablemente, no sabría de ti ni eso.

Créeme que no podría afectarme menos,
cómo acaricias su cabello con las manos,
de la misma forma en que alguna vez lo hice,
(ups, eso estuvo de más mencionarlo).

No seas tan soberbia, Jolene,
te juro que me importa un carajo,
si saca un anillo y se arrodilla,
pidiendo, para siempre, tu mano.

Deja de actuar como si fuera a embrujarte,
como si debieras mantenerte oculta
tras los muros de un castillo
que con arena fue construido.

¿Te cuento un secreto, Jolene?
Tomar el camino más corto
nunca asegura que llegarás a salvo,
y usar el comodín en un juego de azar,
puedo confirmar, siempre termina mal.

Ojalá esté equivocada, Jolene,
y no seas el comodín para ganar
una apuesta en donde los dos perdimos
demasiado,
fingiendo una victoria ridícula,
y alardeando de más al celebrarlo.

No te molestes, Jolene,
solo expreso mi opinión,
opinión que no importa demasiado
si fui desterrada del castillo hace mucho,
¿no?

No podría importarme menos, Jolene,
así que no seas tan obsesiva.
Puedes seguir siendo el ángel
que lo cuida durante el día.

Yo no seré más que el maldito demonio
que, por sangre, de noche siempre lo visita,
hambrienta, esperando entre las penumbras,
para alimentarme a la sombra
de sus fantasías más perversas.

Sea como sea, me importa una mierda.
Porque te aseguro, Jolene,
que su patético romance
digno de novela juvenil
con atisbos de comedia
me sabe a pura miseria.

Como crítica y espectadora,
este filme me parece mediocre,
pero, ¿qué más da, no es cierto?

Si al final del día, te prometo,
esta copia barata de Julieta y Romeo
no
podría
importarme
menos.

AMORE, DOLCE MORTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora