L'AMARA FINE

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Conocí a Marinho en un momento clave de mi vida. Amarlo fue una condena y escribirlo ha sido catártico. Un día asumió que estaba desquiciada y así nació Amore, dolce morte. Estaba harta de fingir que lo que tuvimos fue delicado, cuando tuvo su contraparte llena de orgullo, resentimiento e ira.

Marinho me dejó con la sensación de que el amor era una muerte lenta, pero dulce.

No sé si alguna vez dejaré de escribirlo.

No sé si voy a recuperarme de esto.

Ni siquiera sé si quiero sanar por completo, pero mientras me sirva de inspiración, aquí me seguirán teniendo.

Porque el amor es una muerte dulce, lenta, que agoniza. Es la primavera que hace brotar las flores, y el invierno que las marchita. Es el marzo más cálido y el octubre más solitario.

Si quieren saber el final sobre el cuento del pintor y su musa, es sencillo: la mariposa no regresó. Las ventanas aún rechinan.

La sangre comenzó a despintarse del lienzo, la mansión aun sigue embrujada y en el frasco de cristal, apenas y queda una pizca de tinta.

Gracias por leer. 
fear(lesss).

  fear(lesss)

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AMORE, DOLCE MORTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora