𝐁𝐢𝐧𝐚𝐫𝐲 | | 𝐒𝐚𝐧𝐰𝐨𝐨𝄢ˑ ִ ֗ ִ ˑ ִ ֗

๑۞๑ VI ๑۞๑

El rubio se dirigía a la oficina donde realizaba sus prácticas. El edificio, ubicado a cierta distancia, estaba lleno de teclas y personal que se movía de un lado a otro, ya que en su interior se llevaba a cabo el papeleo administrativo.

Subió al último piso y comenzó con las actividades asignadas. Pronto se percató del cielo teñido de tonos naranjas, evocando recuerdos de aquel día en la playa. Suspiró mientras las memorias llenaban su mente. Yeonjun y Jaehyung se habían graduado y, por supuesto, habían asistido a la clausura para burlarse de sus elegantes trajes, que los hacía lucir como dementores.

Todo fue maravilloso hasta que acabaron las clases y recibieron Halloween en la casa de Wooyoung. Para la noche San y Wooyoung se habían disfrazado de los personajes Emily y Victor de El cadáver de la novia, juntos salieron a recibir a Yunho sorprendió a todos con un disfraz elaborado de Spiderman, quien llegó acompañado de un Hongjoong diva Cruella. Media hora después Jaehyung entró junto a Yeonjun con un disfraces de Chicken Little y Lo'ak de Avatar, casi a madia noche hizo presencia Jinsik quien fue bien recibido con un adorable disfraz de hombre lobo. Durante la fiesta, llevaron a cabo varios juegos, como la búsqueda de caramelos escondidos en la casa y un concurso de disfraces. También prepararon una casa del terror improvisada en el cobertizo de Wooyoung con efectos especiales y decoraciones tanto espeluznantes como divertidas.

Para sorpresa de todos la noche de Navidad terminó con un beso entre el primo de Yunho y Yeonjun. Ahora eran una pareja estable, y el chico de hoyuelos apoyaba a Yeonjun en los inicios de su carrera musical. Hongjoong también se graduó al año siguiente, y Yunho se mudó a la ciudad para sus prácticas en el hospital, por lo que se comunicaban cada cuanto por el teléfono debido a el escaso tiempo.

Ahora, mirando hacia atrás, Wooyoung solo podía escuchar en su mente el eco de las risas de aquella noche. El bullicio y la de felicidad que una vez llenaron su vida se habían desvanecido, dejando un vacío.  Wooyoung terminó de ingresar el último documento en el sistema y, tomando las llaves del tablero, bajó las escaleras para dejar la pila de papeles en la oficina de la desolada planta baja. Mientras revisaba los portafolios, su teléfono vibró, y lo sacó para revisar la bandeja de entrada. Quizás no debió hacerlo. Cerrando los ojos, inclinó la cabeza hacia atrás para tomar un respiro, guardó el dispositivo de nuevo y, en medio del silencio, cerró la última bodega con llave. Caminando por los desolados pasillos, se apresuró a regresar al último nivel, que aún estaba iluminado.

— Pierdes peso — le dijo uno de los trabajadores mientras guardaba sus cosas para terminar la jornada.

En primer lugar se había esforzado en mantener delgado su cuerpo para San, porque las personas bonitas eran las mas queridas.

Salir a hacer ejercicio o ir a un gimnasio le era difícil por los horarios que estaba teniendo así que teniendo todo eso en cuenta dejó de ingerir alimentos con grasa que eran habituales hacía tiempo atrás. 

—Lo sé — fue lo que respondió con una sonrisa forzada, parecía que todos se daban cuenta de su pérdida de peso, todos menos San. Últimamente San parecía estar tan ocupado que no tenía tiempo de detenerse a verlo y notar su cambio, de un momento a otro terminó siendo así.

Las amistades, los buenos momentos, las sonrisas y la seguridad parecieron evaporarse de su vida de un momento a otro, sin previo aviso. Junto a ello, San y la estabilidad que él le proporcionaba se desvanecieron. San lo hacía sentir fuerte y le brindaba protección.

Había escuchado que las relaciones podían atravesar crisis, pero nunca había experimentado una con San, lo que le dificultaba identificar o saber cómo manejar una. Las relaciones no eran un tema en el que se sintiera experto; nunca había explorado esos terrenos.