Obsesión Yandere - Más allá de todo ETSUKO SHIMIZU

Etsuko Shimizu Parte 5 - DESEO

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Terminaron las clases del grupo de Daiki y Urube y ambos salían del aula, Urube se adelanto un poco para ir a responder los mensajes de Etsuko al sanitario, pero en eso Daiki fue detrás de ella lo más rápido que le dejaron las piernas.

—No quiero molestarte, solo quiero saber si estarás bien—Dijo detrás de Urube mientras se ponía la mochila en la espalda.

—Estaré bien, gracias por todo, nos veremos después—Respondiendo de una manera cortante.

Urube se disponía a responder su celular de manera rápida, se aseguro que Daiki no la siguiera, así que volteo varias veces y por no fijarse en el frente choca con alguien y de nueva cuenta cae al suelo adolorida ahora por el golpe del choque.

—Hermosa, debes de tener cuidado por donde caminas, te tuve que venir a buscar porque quise saber si te encontrabas bien y me encuentro con que chocas conmigo—Dijo una voz dulce.

—¡Etsuko!, estaba a punto de responderte, pero también tenia muchas ganas de venir al baño—Respondió sorprendida tratando de levantarse.

—Ya vez como si necesitas de mis cuidados, yo no puedo estar mucho tiempo sin saber de ti, me pongo realmente nerviosa—Dijo agachándose a su nivel en el suelo.

Etsuko miro la herida que tenía Urube en la rodilla, y se sorprendió un poco, mientras la ayudaba a levantarse.

—Últimamente has estado muy distraída mi bella Urube-chan, he notado que te caes con mucha más frecuencia que antes, y estás como más acelerada en tus movimientos, deberías de dejarme cuidarte, ya sabes que yo estoy disponible para ti siempre, mis cuidados y protección hacia ti es todo lo que necesitas para sentirte mucho mejor.

Ambas chicas caminaron por los pasillos mientras Etsuko ponía el brazo alrededor del cuello de su amiga Urube.

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Concluyeron las clases y los chicos se dirigieron a su casa.

—Esa chica Urube, es bastante linda. Se nota que es una hermosa persona, pero sus comportamientos son algo inusuales, ha de ser muy retraída, me gustaría ser su amigo—Dijo el chico mientras subía al autobús de regreso a casa.

Daiki era un chico que quería encajar con las personas en esta nueva ciudad y quiso ser amigo de la persona más tranquila, la que se ve que se presta al dialogo ya que intento hablar con más compañeros de clase pero ninguno tomo interés en él, eso lo dejo un poco desanimado, ya que tenía la imagen en su cabeza de regresar de su primer día de clases en la nueva Universidad y contarles a sus padres sobre un gran día lleno de amistades. Pero en el asiento del autobús se notaba algo cabizbajo y que todo esto resultaría mas complicado de lo previsto.

—Mañana será otro día, no debo desanimarme por que las cosas no saliera como lo espere, debo de tener calma y seguir siendo positivo aunque el panorama se ponga difícil, después de todo me encantan los videojuegos y esto solo es como un nivel más, solo necesito más tiempo y tendré muchos amigos en este ciudad, debe de haber alguien a quien le interese estar a mi lado, incluso podría pensar en tener novia, eso sería la cereza del pastel, poder tocar unos muslos hermosos y besar unos labios carnosos—Dijo para si mismo mientras cerraba los ojos.

En ese instante sonó su celular y era su madre al teléfono, el contesto poniendo la bocina en su boca.

—Daiki, hoy tu padre y yo vamos a cenar con unos compañeros de la empresa, así que puedes pedir pizza o cualquier comida rápida que quieras, hay dinero en el cajón de la alacena.—Dijo la mujer algo entusiasmada.

—Bien, no hay problema madre, entiendo. Nos veremos más tarde—Respondió el chico mientras se rascaba la cabeza.

Daiki bajo del auto bus y se dirigió a casa caminando por las calles de manera tranquila y algo pensativo.

—Me encantaría caerle bien a los chicos de esta cuidad rara, siento como si hubiera llegado tarde a la fiesta, y ya todos se conozcan y yo llego de la nada—Dijo en tono triste.

El chico entro a casa y se fue a su habitación, dejando la puerta abierta y tumbándose en la cama boca arriba.

—Mierda—Susurro entre dientes.

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