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Pasó la semana tan aburrida como lo es siempre. Por desgracia había recibido unos cuantos golpes en sus manos que terminaron formando heridas que nadie más que Jimin procuró cuidar. Lo único relevante fue el descenso de uno de sus compañeros de clase al exilio que, debido a los rumores, se enteró que había iniciado una pelea. No era de total importancia para él pues no recuerda siquiera haber cruzado palabra alguna con ese chico, pero lo que destaca de aquel asunto es la inmensa curiosidad que nace en conocer lo que esconde aquel sótano inhóspito bien conocido como <<el exilio>>.

Pero finalmente reprimió aquellos pensamientos ya que tarde o temprano iba a terminar sacando canas a Jimin, quien desde la escapada de su amigo ya se hallaba alerta. Pero más temprano de lo que se imaginó, Taehyung añoraba poder tener alguna aventura nueva que contar, una experiencia novedosa que vivir y lograr sentir los feroces latidos de su corazón con exactamente la misma emoción de la última vez. Por lo que siendo martes otra vez, tomó la decisión de una segunda huida.

Esta vez espero la hora del almuerzo para poder huir. Estando todos llenándose la barriga como prioridad, va hacia el claustro con un caminar tan sereno como si lo que estuviese a punto de hacer fuese parte del paisaje. La cocina no fue más compleja, así que con tan solo esperar que las mujeres que trabajaban allí se distrajeran, se apresura guardando sigilo hasta encontrarse una vez más en el exterior. Corre desbordando alegría por el sendero de tierra hasta llegar a la entrada del pueblo donde, al igual que la última vez, la gente se acumulaba yendo y viniendo. De todas maneras, para Taehyung no le fue difícil ni mucho menos tediosa la tarea, ya que la dicha gobernaba en su interior y se ramificaba hasta cegar toda inquietud.  

Poseedor de una destacable memoria, camino sin preocupaciones por las calles hasta dar con la panadería. Para su disgusto, se limitó a que tantos sus ojos como su nariz sean los únicos que se deleiten pues no tenía aquel dichoso dinero para conseguir un poco más de delicias. No obstante, eso no lo desmotivó, y siguió mirando su entorno, algo cauto para no perderse, pero permitiéndose conocer ese mundo que pisa tan extraño y cautivador a la vez.

—¡Muchacho! ¿Qué haces por aquí?

Taehyung se voltea en dirección a aquella voz conocida, intentando divisar algo entre tanta gente. La acompañante de su última travesía se abre paso con presura.

—¡Dios mío! Hoy no me toca mi club de lectura, ¿o acaso es meramente coincidencia?

—Solo pasaba por acá, quería conocer. ¿Cómo se encuentra?

—¡De maravilla! Aunque el tiempo no se detiene a esperar a nadie, he aprendido a vivir contra el reloj. La vida es demasiado bella pero muy corta, así que siempre intento aprovecharla al máximo.

—¿Por qué expresa la vida como algo tan bueno?

—Porque todos morirían en desgracia si no ven el fulgor en la noche. Pero claro, solo lo ven quienes ansían la esperanza.

—Debo admitir que aprendo algo nuevo con usted a cada instante. Me gustan mucho nuestras charlas, me hacen sentir como si no estuviera perdido.

—¡Eres un encanto! Nunca me agotaré de repetírtelo. ¿Quieres que paseemos? Amaría llevarte a una librería que está muy cerca de aquí, ¡no demoraras mucho y podrás aprender muchísimo! Vine a acompañar a mi marido que vino a vender unos cerdos a la carnicería, ¡pero no tolero más el olor!

Dicho esto, ambos emprendieron camino con bastante entusiasmo, Taehyung siendo guiado por la simpática mujer que tanto lo tiene encantado. No quedaba muy lejos de donde se encontraba para su desgracia, pues ansiaba que sus ojos se alimentasen con las diversas vistas tan comunes para algunos, pero espléndidas para él. Detuvieron su andar frente a una tienda de roble no muy grande que, al entrar, una campanita fue la encargada de darles la bienvenida. Con respecto a lo estético de la tienda, Taehyung podía asegurar que se hallaba muy fuera de lugar en comparación al resto que hacían el intento de mantenerse al día con la modernidad. Sin embargo, aquello no fue un impedimento para que los curiosos ojos del castaño no tardaron en posarse en las estanterías que permitían el reposo de libros de diferentes géneros en espera de ser abiertos.

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⏰ Última actualización: Dec 18, 2023 ⏰

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