Capítulo I

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Los días pasan en la Ciudad, la gente va cada vez mas rápido y ajeno del entorno que los rodea.

Como si fueran Zombis, van absorbidos por las imágenes que suceden en sus pantallas.

Pero hubo, un día diferente a todos , Lucas era uno de esas personas que andaban como Zombis y que no veían el mundo alrededor.

Una tarde de Otoño, Lucas tuvo que dejar la ciudad para volver a su pueblo, pero antes de emprender este viaje, decidió llevar a sus tres mejores amigos, Andrés, Meredith y Phineas.

Volvió en el tren de 14:50, que salió de la estación central, llego a su casa alrededor de las 22:15, cansado el y sus amigos, buscaron un Taxi, pero no había en ese lugar, tampoco había autos en ningún lado del pueblo a esa hora. Entonces, no quedo otra cosa mas que caminar, caminaron y una hora después llegaron a destino.

Era una casa enorme, un castillo que no tenia idea de que época era, lo que sabia era que su familia eran los trigésimos sexto en la línea de sucesión al trono, además su padre tenia varias empresas de construcción y Medios Comunicación, era de una de las familias mas ricas del país.

Fue su madre corriendo hacia la entrada cuando lo vio llegar , extendió sus brazos y le dio un cálido abrazo, pero Lucas no la abrazo, el no había venido a ver a sus padres, si no a su abuelo, quien estaba Moribundo y quería hablar con el.

El y sus amigos cenaron en la mesa familiar, ahí estaban Arthur su padre, Francis su Hermano, Su Tía Cuky, su Marido Clyde y sus primos, Tomas, Dufour y Marilyn.

Comían como animales, apurados, como si luego no les quedara comida a ellos, cuando en la bodega tenían suficiente para alimentar a todo un regimiento de soldados.

-¿Cómo esta el abuelo?- dijo Lucas

- Muriéndose el Viejo, espero que nos deje algo- dijo Clyde balbuceando- su esposa le dio un pequeño pellizco en el brazo.

Lucas, enojado por lo que Clyde dijo, contesto:

- No olviden, que no serian nada sin el abuelo, quien te mantiene a ti Clyde y a ti tía Cuky, después de que el idiota de tu marido apostara todo tu dinero en Opciones Binarias,

¿ o no te acuerdas que vendiste tus cuadros para poder comer?- rápidamente, Su padre que estaba sentado en la punta, golpeo la mesa con su brazo

- Basta Lucas,¿ a caso quieres que hable de ti?- dijo su padre

- Si tienes que hablar, hazlo – replico lucas

- Lucas, a ti nunca te importo nadie de nosotros, no estuviste aquí cuando la abuela murió, ni para la boda de la tía con clyde, tampoco te importa como va tu hermano con sus estudios, ni siquiera preguntas sobre la enfermedad de tu madre, si el abuelo no hubiera pido por ti insistiendo que quería darte algo, tu nunca hubieras venido, así que no vengas a qui a atacarnos, ya que desperdicias a diario el dinero que tu madre y yo te enviamos, ¿ en que lo gastas hijo?.

- Voy a ver que quiere el abuelo, y luego los dejare en paz.

Lucas se levanto enojado, y se fue a la habitación de su abuelo, sus amigos se levantaron también, pero el los paro y les dijo:

- Chicos, quédense que volveré enseguida y luego nos vamos.

Ellos se quedaron hablando con la familia, mientras el subió solo los mas de treinta escalones que había hacia la habitación de su abuelo, mientras lo hacia le venían recuerdos de su infancia, de como correteaba por el lugar, imaginándose que era un caballero como el que contaba su abuelo en las historias de aventura de su gran biblioteca de clásicos universales.

mil Castillo EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora