SasuHina Week 2023

Brujería AU

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto.

Summary: Hinata se involucra con lo desconocido.

Pairing: SasuHina

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Brujería AU

Hyūga Hinata, una joven de veinte años con una fascinación por lo místico, siempre se había sentido atraída por el mundo de la brujería, se encontraba paseando por el centro de la ciudad en una lluviosa tarde. Mientras caminaba sin rumbo fijo, encontró una pequeña tienda de artículos esotéricos, la tienda parecía surgir de la niebla, como si estuviera destinada a ser descubierta.

Intrigada, Hinata entró en la tienda llena de velas de colores titilantes, cristales centelleantes y estantes llenos de libros antiguos, sahumerios, figurillas de distintas religiones del mundo y artículos de Santería.

Un libro en particular llamó su atención. Se veía viejo. Era grande y estaba encuadernado en cuero negro con símbolos dorados que parecían resplandecer con su propia luz. El título estaba en un idioma que Hinata no reconoció, pero algo en su interior le decía que debía poseer ese libro.

El anciano tendero, de larga barba blanca y ojos centelleantes, le advirtió sobre la seriedad del contenido de aquel antiguo Grimorio, pero Hinata, con una sonrisa nerviosa, asintió decidida. Al salir de la tienda, la lluvia se intensificó, aunque Hinata no sintió el frío. Estaba emocionada por descubrir los secretos que aguardaban en las páginas del libro.

De vuelta en su casa, corrió a su habitación, allí Hinata hojeó las páginas del libro con fascinación. Descubrió lo que parecían ser rituales, hechizos y conjuros que iban más allá de su comprensión. Finalmente, se detuvo en un capítulo titulado "Invocación de lo Desconocido". Intrigada y ligeramente asustada, decidió probar uno de los rituales, total, que podía salir mal.

Siguiendo meticulosamente las instrucciones del libro. Hinata preparó el círculo mágico con el respectivo talismán que mostraba el Grimorio en el suelo de su habitación, buscó el incienso y la cantidad de velas necesarias y procedió a ubicarlas donde señalaba el libro. Al encenderlas estas emitían un resplandor tenue por toda la habitación.

Se sentó dentro del círculo. Con una navaja se hizo un pequeño corte en su palma izquierda y dejo caer unas gotas de sangre sobre el talismán mágico.

Recitó las extrañas palabras con una mezcla de emoción y nerviosismo y en el último verso, el círculo y el talismán brillaron intensamente.

De repente, una sombra oscura y vaporosa emergió del centro del círculo, tomando forma frente a Hinata. Un hombre con cuernos, penetrantes ojos rojos y cabello negro como la medianoche estaba de pie ante ella. Hinata se quedó boquiabierta, incapaz de articular palabra alguna.

—¡Humana estúpida! Has invocado a uno de los habitantes del Inframundo —dijo el hombre con voz profunda y melódica—. Soy Sasuke, uno de los siete grandes generales del infierno. ¿Por qué me has llamado?

Hinata tartamudeó, tratando de explicar que solo había estado experimentando y que no esperaba que el ritual funcionara. Sin embargo, el demonio llamado Sasuke la miró con curiosidad y algo que parecía ser una mezcla de molestia y diversión.

—Hmp, entonces, ¿me has invocado sin tener un propósito? —preguntó Sasuke, sus ojos rojos brillaban con intensidad—. No todos los días alguien llama a un poderoso demonio por simple curiosidad.

Hinata, consciente de la situación en la que se encontraba, decidió ser honesta. Con algo de miedo, le contó al demonio Sasuke sobre su fascinación por lo místico y cómo había adquirido el libro en la tienda esotérica. El demonio la escuchó en silencio, evaluando sus palabras.

Después de un momento de reflexión, Sasuke suspiró con pesadez.

—Tsk, no eres como la mayoría de los humanos. No tengo tiempo para entretenerte. ¿Hay algo específico que deseas de mí?

Hinata, sorprendida por la oferta, pensó en lo absurdo de la situación. Sin embargo, una idea cruzó su mente, después de todo, una oportunidad como esta no se presentaba todos los días.

—E-espera... Yo... Q-quisiera conocerte —Hinata balbuceó—. Y t-también me gustaría saber más sobre el Inframundo, de l-las jerarquías d-demoniacas y sobre los seres que habitan allí —pidió con nerviosismo—. ¡Por favor!

Sasuke la observó durante un momento, sus ojos evaluándola. Luego, asintió con una expresión que Hinata interpretó como una mezcla de aceptación y aburrimiento.

—Quizás no todos los humanos son tan aburridos y estúpidos como creía —admitió Sasuke, sorprendiendo a Hinata con un destello de humor en sus ojos—. ¡Está bien! Te contaré sobre mi gente y mi hogar.

Hinata abrió los ojos sorprendida de que Sasuke accediera a su petición.

—¡Muchas gracias, señor demonio Sasuke! —ella hizo una pequeña reverencia.

Sasuke sonrió ladinamente.

—Pero —él comenzó—. A cambio de mis conocimientos, tú deberás entregarme algo valioso. ¿Estás dispuesta a pagar el precio?

Hinata, sin entender completamente las implicaciones, ella asintió con determinación. Sasuke sonrió de manera sutil y comenzó a enseñarle los secretos de la brujería.

Los días pasaron, y Hinata se sumergió en el oscuro arte de la magia. Aprendió a conjurar hechizos, controlar elementos y, lo más importante, a dominar a los demonios de bajo rango. Sasuke, a pesar de su aparente indiferencia, se involucraba cada vez más en sus lecciones, impresionado por la dedicación de la joven.

Con el tiempo, una extraña conexión se desarrolló entre ellos. Hinata descubrió que, a pesar de su naturaleza demoníaca, Sasuke no era un ser de maldad pura como le habían hecho creer. Y llego a la conclusión de que no todos los demonios eran seres sin corazón.

Pero qué equivocada estaba.

Un día, después de una intensa y última sesión de entrenamiento mágico, Sasuke observó a Hinata con una mirada profunda.

—Ha llegado el momento de pagar tu deuda, Hinata.

La joven, sin comprender del todo, asintió. Sasuke se acercó lentamente a ella, su presencia la envolvió como una sombra. Hinata sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras Sasuke le hablaba al oído.

—Hmp, como te dije al principio, los demonios pedimos algo a cambio por los favores —le explicó con calma—. Y lo que yo deseo como pago es... ¡Tu pureza!

La Hyūga estaba muy confundida, ladeo la cabeza sin entender realmente lo que Sasuke quería de ella.

—¿Eh? ¿Mi qué?

—Que quiero tu pureza —dijo Sasuke un poco molesto al tener que repetir sus palabras—. Y sí, es justamente en el sentido que imaginas.

La mandíbula de Hinata cayó hasta el piso. Ella de verdad que no esperaba ese tipo de cosas.

—¡Oh! B-bueno... Yo... ¡Oh! —fue lo único que atino a balbucear.

Con una media sonrisa, Sasuke empujó a Hinata sobre la cama y procedió a tomar su recompensa. Y una vez que obtuvo lo que quería como pago, el demonio se marchó de vuelta al Inframundo, donde pertenecía.

FIN

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Notas: Bueno... Recuerden leer la letra chiquita de los contratos.

Naoko Ichigo