Draco Malfoy jamás esperó desarrollar sentimientos en Hogwarts, mucho menos por una hufflepuff un año mayor que él; pero ahí estaba, sintiéndose como un tonto vulnerable cada vez que ella se encontraba cerca.
Pero, ¿por qué todo debía ser tan difíci...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Reconciliación.
25 de Septiembre, 1994, Hogwarts.
Los días en Hogwarts parecían pasar más rápido de lo normal, pronto se cumplieron tres semanas desde el comienzo de las clases, las hojas de los árboles ya se habían marchitado por completo e iban cayendo lentamente hasta el suelo, cubriendo la escuela con un clima templado que le daba la bienvenida al otoño, la estación favorita de la hufflepuff. En las últimas semanas habían pasado varias cosas.
Gracias a la intervención de Madame Pomfrey, Camille se había salvado de la expulsión, la señora no le había contado los detalles pero ella se llegaba a imaginar que la enfermera le habría explicado a Dumbledore la situación con mayor profundidad y se habría puesto de su parte hablando de la gran ayuda que la castaña le ofrecía en la enfermería, además de que la profesora Sprout también saltó en su defensa categorizando a la chica como una de las mejores alumnas dentro de la Casa Hufflepuff, gracias a sus buenas notas y desempeño escolar. Dumbledore había reconsiderado el castigo y al final solo le impuso la tarea de limpiar el aula de pociones al estilo muggle luego de sus clases, cosa de la que no se hubiera quejado si el profesor de dicha clase no fuera ni más ni menos que Snape, quien siempre terminaba quejándose de su trabajo, el cual se le complicaba aún más por culpa de su lesión. A pesar de que Aleksander se había ofrecido a ayudarla, Severus no lo permitió.
Por otro lado, las cosas con Diana seguían tensas a pesar de que pasaron más de veinte días desde su pelea no verbal, no habían vuelto a hablar aunque no podían evadirse casi nunca debido a que compartían el noventa por ciento de las clases, en su cuarto Diana siempre evitaba hablar con Camille, en el almuerzo se sentaba tan lejos como pudiera de ella, y aunque Patricia intentaba convencer a la más joven casi a diario, esta siempre terminaba cambiándole el tema o simplemente la dejaba hablando sola. Camille se estaba hartando de la situación, Diana y Patricia eran dos de las personas más importantes en su vida, las sentía prácticamente sus hermanas y no quería perder a ninguna de las dos, además de que gracias a todo aquello su amistad de tres empezaba a desgastarse. En consecuencia a su distanciamiento la castaña estaba pasando mucho más tiempo junto a su amigo transferido, y por lo mismo, junto al grupo de jóvenes slytherin que eran amigos del pelinegro. Si bien no podía considerarlos sus amigos, la castaña se sentía cómoda con ellos, Daphne era un amor con ella y la trató como su igual en todo momento, su trato hacia Aleksander tampoco había cambiado y Camille estaba feliz por eso; por su lado Blaise parecía un poco más reacio a tratar con ella al comienzo debido a sus creencias, Theodore era bastante neutral y no hablaban demasiado, pero si lo consideraba agradable. Malfoy y Parkinson eran tema aparte, esta última ya la había insultado varias veces y siempre que tenía oportunidad le buscaba pelea, incluso cuando la hufflepuff no se la seguía; Draco seguía sin hablarle, manteniendo su palabra, de vez en cuando sus miradas se cruzaban pero él siempre deshacía el contacto en menos de cinco segundos, durante las conversaciones aportaba poco y nada cuando ella estaba presente -incluso menos de lo normal según Daphne-, pero Camille intentaba ignorar su comportamiento tanto como le fuera posible, además de que el rubio era el más ausente dentro del grupo ya que a veces se iba por su cuenta junto a Crabbe y Goyle.
