Esperame

107 19 1
                                    

Desde aquella noche Yibo se ofreció llevarme al instituto casi todos los dias. En un principio accedí por el hecho de que me ahorraría algo de tiempo, mi madre lo conoció y quedo encantada con él.

A pesar de eso nuestra relación no aparentaba nada mas que una amistad, aunque sus amigos no supieran nada aún.

Las heridas en mi espalda ardían, sobre todo aquella maldita "Y" que me había hecho. Pero al parecer se apiadó un poco de mi porque esperó al menos cinco dias antes de que volviesemos a hacer algo.
Nuestra relación se fue volviendo un poco mas estrecha e incluso teníamos citas, comidas y salidas al parque. Bueno, yo las llamaba citas porque realmente no sabía que significaban para él.

Yibo siempre fue conocido por ser una persona bastante apatíca, pero había momentos en los que podía sentir aquella ternura en él, como cuando sonreía y mostraba sus encías, o cuando perdía en algún juego y hacía un gran berrinche por ello.








Hasta que un día, Yibo comenzó a portarse de una forma un tanto extraña. No contestaba mis mensajes, llamadas y me evitaba en los recesos. Me sentí un poco mal, pero no le preste mucha atención. Después de todo, nuestra relación no era mas que eso, sexo.

Tomé mis cosas luego del timbre de salida y me dirijí hacía mi departamento pero antes de que pudiera completar dos cuadras me lo encontré, era Yibo, se veía cansado y con una expresíon triste en el rostro a lo que yo fruncí el seño en un intento de ignorarlo. Pero no pude, este me tomo del brazo rápidamente.

- Lo siento.- soltó con tristeza.- sucedió algo malo.- bajo su cabeza e inmediatamente lo tome de las manos.

- ¿Qué sucede Bo? ¿por qué no contestabas mis mensajes?- intenté mantener la calma y él solo me abrazó dejandome mas dudas. Suspiró y volvio su mirada hacía mi.

- Es mi madre... quiere que viaje a Nueva York con ella, se le presentó una oportunidad de trabajo y no me quiere dejar solo aquí.

Su rostrto denotaba mucha tristeza y yo sentí mi corazón estrujarse por completo, no quería admitirlo, pero me sentía algo triste. Por un momento, creí que podría crear un buen vínculo con él, pero al parecer el destino, no querría algo así para nosotros.

Ambos nos sostuvimos en un largo abrazo, caminamos hasta mi casa sin ni una sola palabra de por medio, Yibo estaba muy triste, lo cual me entristecia aún mas. Era la primera vez que lo veía así, pero no había nada que pudiera hacer, ambos eramos solo un par de niños que vivían a costas de sus padres. Después de un largo rato sentados en la orilla de la calle, me envolvió en un abrazo que devolví sin dudarlo.

- Esperame.- dijo con algo de desesperación en su voz.- solo serán algunos meses.

No pude negarme a sus ojos llenos de suplíca y solo asentí. Para ser sincero, no tenía nada que perder, Yibo era la primer persona que demostraba tener un interés en mi. Lo cual me hacía feliz, y de alguna forma, me sentía deseado por él.

Alguien me deseaba.









Y así paso el tiempo, pasaron al rededor de 10 meses sin una sola noticia de él. Yo había terminado la secundaría y estudiaba una carrera en economía, aún vivía con mi madre pero conseguí un trabajo como cajero en un supermercado para así ayudarla con los gastos de la casa.

Hice un par de amigos en la universidad, sus nombres eran Xie Mei y Lian Jin. Eran un gran soporte para mi, a decir verdad, me sentía un poco menos solo con ellos.

Había terminado mi jornada de trabajo del día, 22pm. A la hora de marcar mi turno recibí una llamada de Mei, ella no me llamaba con frecuencia lo cual me preocupó. Atendí pero al escuchar lo que tenía por decirme, no pude evitar soltar el télefono.

Era Wang Yibo, había regresado a la ciudad... y como si se tratara de una broma, no estaba solo.
Estaba con su novia.

Wang Yibo tenia novia.








Llegué a mi casa repleto de lagrimas, mi madre se preocupó pero le pedí que me dejara solo.
¿Cómo era eso posible? es decir, ¿no era él quien me pidió esperarlo todo este tiempo? me sentí un completo idiota. Wang Yibo me había mentido. Ese imbécil me había mentido.

Realmente había conservado un poco de esperanza en él, y no es que sea alguien desesperado por conseguir una pareja en ese momento, pero aún así, me sentí un poco traicionado.

Seguí mi rutina habitual después de esa noticia, si dijera que es algo que no ocupo mi mente todo el tiempo, mentiría. Pero no es como si pudiese permitirme faltar al trabajo o a la universidad.

Un sentimiento de vacío invadía mi cuerpo. Me sentía cansado y sin energía, así como especie de zombie.








DOIN' TIME (yizhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora