If I Knew [Sunsun]

PRÓLOGO.

Sunghoon tenía 16 años casi recién cumplidos y Sunoo apenas 15. Lo recuerda todo tan vívido que, si se concentra precisamente en algún momento de aquél periodo de su vida, siente que puede volver a replicar el sentimiento exacto en su piel y corazón.

Sabe que si cierra los ojos y lo visualiza, está seguro de que puede sentir la briza del verano acariciarle el rebelde cabello mientras corre con el menor de la mano en dirección a la playa. Siente la mano de Sunoo enroscarse perfectamente a la suya, amando lo pequeña y perfecta que se sentía.

Sabe también, que lo arruinó en sobremanera.

Que le robó tantas cosas a aquél niño de afilados ojos avellana, los cuales sintió clavársele como cuchillas en el pecho cuando cayó en cuenta de todo el daño que había ocasionado.

Claro que el pelirrojo había llorado. Incluso, le había rogado, y Sunghoon se siente tan mal ahora sobre ello porque sabe que destruyó su primera ilusión. Su primer amor. Su primera vez.

Sunoo no tenía idea de que el dulce amor podría llegar a ser así de amargo, y Sunghoon había tomado tantas cosas como pudo, nunca devolviendo nada en cambio.

Sunoo, si Sunghoon lo piensa detalladamente, ha sido la mejor parte de su vida, aunque el recuerdo le sepa agridulce, y ahora, a sus treinta y dos años no pueda evitar seguir sintiendo la pesadez de ello.

Le avergüenza que hayan tenido que pasar tantos años para darse cuenta, y por eso, siente que el estar empacando sus cosas para alcanzar el autobús de las cuatro y media es demasiado foráneo e imprudente para ser verdad.

Pero ahí está, ese fuerte impulso en su personalidad que nunca ha podido vencer, y que, aunque pudiera parecer una virtud, Sunghoon a veces lo sentía como un defecto.

Es necio, obstinado, y cuando algo le cruza la cabeza no hay manera de sacárselo hasta que el motivo sea suyo.

Como lo fue Sunoo.

Cerrando su mochila y alistando sus cosas, llama al taxi que le llevara a la central. Pudo haber pedido un aventón, sin duda, pero Yeji estaría muy ocupada en su consultorio y sus padres probablemente le harían un montón de preguntas a las cuales no tiene ni ganas ni ingenio para responder. ¿Jongseong? Le daría el sermón de su vida. El único de sus amigos que conoce la historia al derecho y al revés por que fue el único amigo de Suwon que pudo mantener. El americano de nacimiento había compartido clase con ambos amantes en aquel entonces. Nacido en Seattle, pero criado en Suwon.

Él y Sunghoon habían encajado tan perfectamente, y el menor creía que se debía a los aires foráneos en ambos. De cualquier manera, se convirtió en alguien tan cercano, que cuando Sunghoon regreso a Seúl para cursar la universidad, Jay había regresado con él y ahora eran todos unos amigos y compañeros de negocios.

Y Jinha... ¿Cómo le explicarías a tu prometida que estas regresando al pasado, donde dejaste lo que más amaste solamente para excusar algo que ya ha ocurrido hace mas de diez años?

Por que a eso iba solamente, ¿verdad? Solo tenía un remordimiento enorme de conciencia que no le ha dejado vivir tranquilo en todo este ultimo tiempo. Vería a Sunoo, hablaría con él, se disculparía, y si todo sale bien y los sentimientos entre ellos no están demasiado tensos, le invitaría a su boda entonces. Con suerte, Sunoo ya había superado el asunto, y si sigue manteniendo esa esencia pura y noble –ingenua- que Sunghoon recuerda, entonces le sonreiría con esos ojos media luna tan bonitos de él y le diría que lo perdona y que ahí estará. Que solo había sido un desliz de adolescentes y que ahora que ambos son adultos las cuentas que dejaron pendientes habían saldado con el tiempo.

La mera visualización tiene a Sunghoon sonriendo como idiota sentado en la parte de atrás de un Versa blanco conducido por un anciano, el cuál le mira por el espejo retrovisor como si estuviera juzgando su apariencia de idiota.
Entonces, se da cuenta de que el recuerdo de la sonrisa contraria aún tiene el mismo efecto en él que hace una década, y es normal, piensa, por que sabe que una sonrisa tan bonita y un rostro tan perfecto inspiraría la misma reacción en cualquiera.